Bob Pop reconoce que se ha hartado de rebatir bulos y Àngels Barceló no se lo compra: "No podemos perder por cansancio"

Madrid

Como Bob tiene un consultorio, también ha respondido a una consulta que Àngels no le ha hecho sobre qué decir en el escenario cuando agradeces un premio Ondas. No es buena idea insultar a la empresa que te da de comer llamándola "censora". Bob lo hizo y, por lo que fuera, su carrera en los medios se resintió.

Pero ahora ya no hay miedo, por el imparable éxito de su consultorio, Cuenta con Bob, todos los lunes a las 10:00 en el Hoy por Hoy de Àngels Barceló. Hoy ha atendido consultas como "¿qué decirle a una persona con halitosis?" o "¿por qué la gente se empeña en decirme a la cara lo que opinan de mí?". (Bob le ha dicho: "¡Pero si siempre te dicen la verdad con sinceridad es que eres una niña mágica!" Y le ha propuesto que coma con Mazón a ver si así nos enteramos por fin de lo que estuvo haciendo aquella trágica tarde.)

Tal vez la consulta que más le ha llevado a reflexionar, y que ha propiciado la respuesta más inesperada, haya sido la de Pepe, de Jerez: "¿Qué decirle a ese amigo o a ese familiar que tú sabes que es buena persona pero que se ha tragado todos los bulos de la ultraderecha. Bob ha intentado hablar con gente así, pero últimamente opta por renunciar a discutir, porque le abruma el ruido y la conciencia de que "creen en historias que solo son verosímiles si crees en El Mal".

"El ruido informativo no solo hace que la gente en su cabeza tenga historias que son mentira y que son truculentas y en las que sólo puedes creer si crees en El Mal, sino que les han enseñado a replicarnos. No solo se saben el argumento, sino que tienen la réplica hecha. Y yo ya no puedo pelear más, sobre todo porque me interesa saber cosas, no quiero perder mi tiempo ni mi energía en decirle a la gente que lo que me está diciendo es mentira. Es más, les interesa que sea mentira: hay un punto en el que les interesa alimentar eso. Entonces yo, por ejemplo, tuve una conversación el otro día con una amiga que vi que estaba tomando una deriva ultrafascista y le dije: 'No puedo estar hablando contigo ahora de esto'. Y no es que la quite de mi vida, pero prefiero esperar a que se calmen un poco las cosas y tengamos otros temas de conversación".

En cualquier caso, y más allá de esto, Bob reconoce que es un tema complicado y que no hay que rendirse, o al menos no del todo. "Tenemos que seguir abriendo el camino de la emoción, pero hay una parte en la que tenemos que obviar esa conversación, porque no hemos venido aquí a que nos den la turra".

Àngels Barceló discrepa en este asunto del punto de vista de Bob. Para ella, "si obviamos esta conversación, si Pepe no intenta replicar a su amigo y explicarle cuál es la verdad, da la sensación de que nos ganan. No podemos perder por cansancio". Pero Bob insiste en que no quiere perder el tiempo y la energía, y prefiere ocupar el tiempo con amigos y amigas que le den fuerzas y energía para seguir adelante: "Tenemos que pensar en nosotros, no somos seres de luz que aguantemos todo. Y estas confrontaciones te dejan mal. Hay que evitarlo porque te llena de desesperanza". Y remata: "Incluso los convencidos necesitamos alimento".