Aprendemos de la DANA, pero lentos

Barcelona

De la terrible DANA de hace dos semanas, algo hemos aprendido. Ante su repetición, hoy, en principio a menor escala, el gobierno autonómico de Carlos Mazón ha reaccionado esta vez con presteza. Restricción de la circulación, alertas de protección civil, información continua a la ciudadanía. Qué lástima que el tiempo no pueda rebobinarse. Lo más seguro es que nos habríamos ahorrado bastantes muertes. Ahora esperamos a ver qué dice Mazón al parlamento valenciano. Qué responsabilidades asume, y cómo.

Aprendemos, pero poco. Al menos eso le pasa al partido del presidente valenciano a nivel central, el PP. Llevar una crisis del todo doméstica al corazón de Europa quizá logre disfrazar alguno de los propios fallos. Pero es un fallo garrafal en sí mismo. Pretender que se aplace la elección de la nueva Comisión Europea, de nuevo presidida por Ursula von der Leyen, conservadora alemana, es suicida desde el punto de vista de nuestro viejo continente.

Los europeos debemos prepararnos a toda prisa para el próximo mandato de Donald Trump, que será agresivo contra nuestra economía y bienestar. Para ello necesitamos cuanto antes tener todas las instituciones a punto. Más aún cuando los Gobiernos de la clásica locomotora franco-alemana están en horas bajas, bajísimas. Que Feijóo se la tenía jurada a Teresa Ribera, lo sabíamos. Su gente inventó lo del “timo ibérico” para ridiculizar la “excepción ibérica” que tanto nos rebajó la factura eléctrica a españoles y portugueses. Que ahora pretenda endosarle la tragedia valenciana para provocar su renuncia es demasiado. Y que no le importe dejar a Europa inerme es una irresponsabilidad oceánica.