Dolores Redondo: "Ser malo conscientemente te vuela la cabeza. Te acerca a unos abismos del alma al que no quisiera asomarme"
La autora de la Trilogía del Baztán presenta su nuevo trabajo, una historia de misterio y crueldad que explora la brujería y el mal en la naturaleza humana
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Madrid
Hoy llega a las librerías Las que no duermen NASH, la nueva novela de Dolores Redondo. La autora, conocida por su exitosa Trilogía del Baztán, ha creado una historia que profundiza en las complejidades de la maldad y la memoria histórica, mientras sigue desarrollando su particular estilo, el "mystic noir".
"Los monstruos de carne y hueso me producen mucho más miedo que las brujas, sin ninguna duda", ha revelado Redondo en La Ventana al referirse al trasfondo de su nueva novela. En esta ocasión, la protagonista es Nash Elizondo, una psicóloga forense que se adentra en las montañas del Pirineo navarro para investigar la enigmática sima de Legarrea.
La escritora ha comentado hablando del origen del nombre de su protagonista, Nash Elizondo: "Se corresponde con el código forense NASH (Natural, Accidental, Suicidio, Homicidio), esas siglas que aparecen en esos papelitos que solemos ver en las series", ha explicado.
La historia toma un giro dramático cuando Nash se ve involucrada en un caso que recuerda a los juicios mediáticos de la vida real. La protagonista se encuentra investigando un caso en el que una mujer, Salomé, fue acusada de la desaparición de Andrea, una joven que luego resulta muerta. "Yo escribo ficción, no estoy en el true crime, no es mi intención contar lo que ocurrió, porque eso es algo que solo saben las víctimas y los que las dañaron, los asesinos".
Parte de la trama encuentra su inspiración en un caso real. En 2014, un grupo de espeleólogos exploró la sima de Gaztelu, en el valle de Malerreka, en un intento de esclarecer la leyenda de una madre y sus seis hijos arrojados al vacío durante la Guerra Civil. Para sorpresa de muchos, los restos de Josefa Sagardía Goñi y sus hijos fueron hallados, corroborando un crimen que, según la autora, no respondía a motivaciones ideológicas, sino a un odio personal. "Hace unos años, un grupo de espeleólogos bajaron con la intención de desmentir esta historia, porque era demasiado increíble para darle crédito, y se encontraron con un cadáver reciente", ha dicho Redondo. "Es cierto que no está vinculado a un crimen de odio por pertenencia a bandos, sino a un odio personal contra ella por lo diferente que era. No iba a misa, practicaba la antigua religión y los rumores aseguraban que era bruja", ha añadido.
La novela también recupera a Amaia Salazar, la querida investigadora de la Trilogía del Baztán, que colabora con Nash. Las protagonistas se refieren entre sí como "la psicóloga de los muertos" y "la poli estrella de los cojones", revelando una relación entre las obras de la autora.
Uno de los ejes centrales de Las que no duermen NASH es la exploración de la maldad y cómo afecta a quienes se acercan demasiado. "Yo separo muy bien el mal per se de la enfermedad mental. Creo que ser malo abiertamente, abandonarse a ese mal y hacerlo conscientemente te vuela la cabeza, te convierte en otra especie de cosa y te acerca a unos abismos del alma a los que no quisiera tener que asomarme", ha afirmado.
Las que no duermen NASH está impregnada del entorno del valle del Baztán, un lugar que ha inspirado a la autora a lo largo de su carrera: "La he escrito viviendo allí, al lado de una chimenea, haciendo paseos maravillosos por el bosque. Es una novela que está llena de toda la belleza de ese lugar que evoca gastronomía, otras leyendas, la riqueza cultural, el matriarcado y la maternidad como tema central", ha finalizado.