El cactus de Navidad y consejos para plantas sensibles a la llegada del frío

El cactus de Navidad (Schlumbergera cv.) es un cactus de tallos articulados, como si fueran las patas de un cangrejo, y que, cuando llega noviembre y diciembre, se pone a florecer, muy bello. Sus flores van desde el color blanco hasta los rojos, pasando por los rosados, como el nuestro. Cada una de sus ramitas está coronada por una flor muy grande de color rosa intenso, y tiene más capullos que abrirán en las siguientes semanas. Por eso está siendo la estrella del momento en los pasillos de la radio.

Estos cactus de Navidad son cactus epífitos, plantas que crecen sobre otras plantas. En internet se pueden encontrar fácilmente fotos de estos cactus en su hábitat natural, en Brasil y aledaños, donde se ven sobre las ramas de los árboles. Así que debemos procurarles un sustrato muy aireado, con mucha oxigenación en la raíz. Con nuestro cactus hay que decir que sufrimos un percance: en primavera lo sacamos a la terraza, como solemos hacer con varias de nuestras plantas de interior.

Pero, a medida que se acercó el verano, al cactus le pasó algo no deseado, como es que se pudrieron sus raíces por exceso de agua. Nosotros no le debimos de dar ese requisito de forma eficiente, así que las raíces se murieron y se pudrieron. Me di cuenta un día en el que me fijé en el cactus: sus tallos estaban de color verde muy apagado, sin fuerza ni brillo. Efectivamente, cuando tiré de uno de ellos, noté que la parte subterránea de la planta no estaba, había desaparecido.

Así que corté por lo sano: con unas tijeras, corté todos los tallos, y los dejé a la sombra, para que se secaran las heridas de los puntos de corte que les había hecho. Pasados unos días, los esquejé en esta misma macetita que ves ahora, con un sustrato muy drenante, muy rico en arena de río, para que tuviera menos retención de agua que la que tenía antes.

Y el resultado fue un cactus de Navidad que enraizó sin problemas. Así de fáciles de reproducir son estas plantas. Y no solo emitió raíz, sino que ahora está feliz florecida y dando belleza al pasillo de nuevo.

¿Debemos pasar los cactus de Navidad al interior de las casas con la llegada del frío?

Eso es. Por miedo de que alguna bajada súbita de la temperatura, alguna noche, abortara los capullos, puse nuestro cactus dentro hace un par de semanas. De todas formas, este cactus se puede cultivar al exterior todo el año sin problema en muchos puntos de España, también en la España más fría. Eso sí, con precaución. No me lo imagino en un pueblo del interior de Burgos en pleno enero, a no ser que estuviera muy resguardado, porque es verdad que a veces lo he visto en balcones y terrazas de Castilla, protegido por otras plantas, porque es un cactus que aguanta algún grado bajo cero incluso. Pero a mí me gusta que luzca en el interior, que dé color. Con este proceso de traerlo al interior, hemos adelantado su floración, por gozar de mejor temperatura. Si se hubiera quedado en la terraza, sus capullos habrían tardado un poco más en desarrollarse.

¿Y qué ocurre con el resto de las plantas sensibles al frío?

Hay que andar con un ojo en el termómetro todo el rato. La semana pasada, por ejemplo, metí la zamioculcas (Zamioculcas zamiifolia), porque tenía miedo de que sufriera también con alguna bajada de temperatura repentina. También recuerdo a los oyentes por qué la saqué a la terraza la primavera pasada. Fue porque la zamioculcas creció muy bien, brotó con muchas nuevas hojas desde sus órganos de reserva subterráneos. Pero como las hojas tenían tanto peso, y no estaban cargando bien de clorofila, se doblaron y abrieron. Así que la saqué a la terraza, y allí se puso fuerte de nuevo. No está todo lo bonita que me gustaría, pero no tiene mal aspecto.

Una que voy a meter hoy ya es el cóleo (Coleus scutellarioides), que no está muy feliz con el frío estos días. Con el resto, estoy a punto de meterlas dentro también. Esta semana, durante algunas horas antes del amanecer, vamos a tener temperaturas de 6 a 7 grados, y eso ya puede ser peligroso para alguna planta, como para la flor de Pascua (Euphorbia pulcherrima). Así que luego decido si meto dentro las dos flores de Pascua o fuerzo a que se queden unos pocos días más fuera. La temperatura que en casa nos tendría que llamar a la precaución es cuando por las noches ya baje de 10 grados.

A partir de ahí, se observa el termómetro. Una temperatura límite para muchas plantas que cultivamos en el interior es la de 5 grados. Por debajo, muchas pueden sufrir decoloraciones en sus hojas e incluso morir. Con 0 grados, ahí ya no se podrán cultivar en el exterior muchas plantas, eso es evidente, no todas tienen mecanismos para sobrevivir a temperaturas tan bajas. Tenemos que fijarnos, como he comentado, en la temperatura justo antes y poco después del amanecer, que es cuando suelen producirse las temperaturas más bajas en la noche.