"En Bruselas olió un poco a Madrid": la apreciación de Ángeles Caballero tras el 'examen' del Parlamento Europeo a Teresa Ribera
En el 'hearing' de la vicepresidenta del Ejecutivo y futura vicepresidenta de la Comisión se mencionó a José Luis Ábalos, la mafia de los hidrocarburos, la DANA...
En Bruselas olió un poco a Madrid | El cuaderno de Ángeles Caballero
Nos habían dicho que Bruselas no es precisamente la ciudad de la alegría, que todo es gris. El cielo, los edificios, el uniforme de sus ciudadanos, el tono en el que hablan. Abstenerse personas que buscan emociones fuertes. Y así veníamos un grupo de periodistas españoles, huyendo de eso que llaman ruido, polarización, insultos y resto de asuntos que ponen a prueba nuestras analíticas. Pero hasta Bruselas llegaron los ecos de Madrid, que no es solo Madrid, es lo que ocurre en otras orillas y en otros parlamentos de los vecinos europeos. Es el parlamento que hemos votado, más fragmentado que antes. Donde hay ruido, negacionismo, donde se mencionó a José Luis Ábalos, la mafia de los hidrocarburos, la DANA... Un cuarto y mitad de casi todo.
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A Teresa Ribera, candidata a vicepresidenta ejecutiva para una Transición Limpia, Justa y Competitiva y Comisaria de Competencia y Transición Verde (un cargo muy largo), le dijeron que lo suyo tendrá que esperar. Un vuelva usted mañana de manual. Cuando parecía tenerlo todo de cara, que pasaría por estas tres horas en la que le formularon 48 preguntas, con menos dolor que gloria. Pero, horas antes de que compareciera y se enfrentara al examen, desde el partido popular de Génova 13 nos advirtieron que no les parecía una buena idea. Es más, les parecía imposible que los populares europeos importen a una candidata cuya gestión puede hacerle tener consecuencias penales por su gestión de la DANA. Que no tiene un pase.
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Y pasó que llegó Ribera, alternando castellano e inglés, y agradeció a todo el mundo sus aportaciones, incluso aquellas que le produjeron cierto sonrojo. Hubo aplausos, algo de vergüenza ajena, al comprobar quiénes se lo han tomado en serio y formulan preguntas y críticas de peso y quiénes han decidido convertir esto en una filial de la carrera de San Jerónimo. Mientras, en Bruselas dicen estar más preocupados por Google, el coche eléctrico, China y Donald Trump que por otros asuntos. Mientras, el recién elegido presidente de Estados Unidos grita “drill, baby, drill”, perfora, cariño, perfora, al hablar de la industria del petróleo y del gas. La transición verde, y el cambio climático frente al criptopresidente. En Bruselas ayer olió un poco a Madrid, esperemos que no llegue el aroma de Washington.
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Ángeles Caballero
Periodista. Colabora en 'Hoy por Hoy', con Àngels...