Defensa justifica su repliegue de Irak alegando que "Daesh ya no representa una significativa amenaza" en ese país

La Coalición Internacional de lucha contra el Dáesh aterrizó en Irak en 2014 con el objetivo prioritario de formar a las fuerzas de Irak en su lucha contra los grupos yihadistas. Era una prioridad. En aquel momento, Daesh contaba solo en Irak con “un mínimo de 30.000 combatientes, entre ellos 12.000 extranjeros", según los propios cálculos publicados por el Ministerio de Defensa. Ahora la situación ha cambiado. “En la actualidad, Dáesh ya no representa una significativa amenaza en Irak”, según admite el Estado Mayor de la Defensa (EMAD), en una nota pública, donde detallan que “los niveles de seguridad en todo el país [Irak] se han incrementado gracias al aumento de la eficiencia y operatividad de sus fuerzas de seguridad a las que, a partir de ahora, se les cede un mayor protagonismo para que, de forma más autónoma, garanticen la estabilidad del país”.

Con esas palabras, el Ministerio de Defensa justifica el inicio del repliegue de las tropas españolas en Irak. El ministerio de Defensa ha ordenado ya el regreso de la unidad española de helicópteros ‘Task Force Toro’ de la Fuerza Conjunta Combinada, en el marco de la Operación Inherent Resolve. El repliegue de esa unidad concluirá a finales de este 2024. Mientras, “la Unidad de Operaciones Especiales continuará su misión de asesoramiento, asistencia y capacitación para fortalecer las facultades tácticas y de combate del Servicio Contraterrorista Iraquí”.

A lo largo de estos diez años, la unidad ‘Task Force Toro’ ha participado con el despliegue de los helicópteros de transporte, focalizando el esfuerzo en el adiestramiento y capacitación de las fuerzas de seguridad iraquíes.

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La presencia española en la Coalición Internacional de Lucha contra el Dáesh se inició en enero de 2015, tras la autorización del Congreso de los Diputados el 22 de octubre de 2014. Desde entonces, España ha participado en una estrecha cooperación con las fuerzas iraquíes para derrotar a Daesh “desmontando sus infraestructuras y refugios, cortando sus fuentes de ingresos y neutralizando a sus militantes”.

El EMAD avanza que el futuro inmediato de las operaciones internacionales en Irak “está marcado por el paulatino repliegue de las fuerzas militares de la OIR, bajo la coordinación del Mando Central de los Estados Unidos (USCENTCOM) y en estrecho contacto con el gobierno de Irak”.

Actualmente, estas labores son llevadas a cabo por los instructores españoles, que están localizados en el Baghdad Diplomatic Support Center (BDSC) y en el camp CQCTS, al sur de Erbil. En distintas ubicaciones, militares españoles de la Unidad de Operaciones Especiales de la Coalición adiestran a efectivos de unidades del servicio contraterrorista iraquí. Por otro lado, España tiene destinados a militares en el Cuartel General del US CENTCOM, que dirige la OIR desde la localidad de Tampa en Florida (EE. UU.).

Los pasos del Gobierno irakí para expulsar tropas extranjeras

El Gobierno iraquí creó un comité para programar la salida de las tropas extranjeras del país. Esa decisión se tomó a raíz de un bombardeo estadounidense en la capital iraquí contra milicias proiraníes que forman parte de la agrupación progubernamental Multitud Popular. El propio Parlamento de Irak pidió a su Ejecutivo que acelerase una resolución aprobada en 2020 para expulsar a las tropas extranjeras.

Aquel bombardeo estadounidense se produjo como respuesta a los continuos asaltos que ha sufrido la base Al Asad, donde se encontraban los militares españoles integrados en la Coalición Internacional contra el Daesh. Aquella base fue objetivo de varios ataques con drones de guerra lanzados por milicianos de la Resistencia Islámica en Irak, un grupo que opera bajo la influencia de Irán. A finales del mes de octubre de 2023, ese cuartel sufrió dos ataques con drones cargados con explosivos. En su momento, fuentes oficiales del Estado Mayor de la Defensa (EMAD) confirmaron a la Cadena SER que los soldados españoles salieron ilesos.