Saltan los aspersores durante el Venezuela-Brasil y Vinicius la paga contra el banquillo rival al grito de "¡la culpa es tuya!"
Los aspersores saltaron de repente desesperando por completo al plantel carioca que no supo reponerse al penalti fallado por el jugador del Real Madrid
Brasil se ha vuelto a dejar puntos en su camino por la clasificación al próximo Mundial de Estados Unidos, Canadá y México del año 2026. Las eliminatorias sudamericanas están siendo muy complicadas para el conjunto de Dorival que no consigue encontrar el camino de la regularidad en cuanto a resultados. Su registro en esta clasificación es el peor de los últimos años con la misma cantidad de victorias que de derrotas (2) y con el empate que ha cosechado frente a una selección claramente inferior como es la venezolana.
Los de Vinicius Junior han sido capaces de adelantarse en el marcador, pero Venezuela empató el partido 1-1. Ese fue el marcador con el que acabaría el choque después de que el jugador del Real Madrid fallase desde el punto de penalti. El lanzamiento no fue bueno. Muy centrado y mal pegado no despistó al guardameta venezolano, que lo tuvo sencillo para atajar el disparo. Ese momento fue un punto de inflexión en el encuentro ya que desde ahí la selección carioca no reaccionó. El combinado venezolano empezó a utilizar todas sus armas y fue capaz de mantener ese 1-1.
Lo más extraño ocurrió en el tiempo de descuento cuando en un córner a favor de Brasil, saltaron los aspersores antes del final del partido. En ese momento, la plantilla brasileña. ya encendida con los jugadores venezolanos por su brusquedad en el juego, protestaron con vehemencia contra el colegiado al pensar que se trataba de un comportamiento intencionado. Fue ahí cuando el extremo brasileño escapó directo a por el banquillo local y durante unos minutos le estuvo recriminando a todo el staff venezolano como si hubieran tenido algo que ver. Fue tal el enfado que Raphinha, goleador en el partido, tuvo que llevárselo de ahí directamente.
"La culpa es tuya, la culpa es tuya", le soltaba Vinicius al banquillo local denunciando que había sido un gesto totalmente premeditado para perder tiempo. El estadio de Maturín increpó mucho al brasileño de nuevo su actitud. La misma actitud que le ha valido las críticas del exseleccionador brasileño Vanderlei Luxemburgo, que advirtió que el odio que genera el jugador viene por su mala actitud y no por racismo. Unas palabras que debieron motivar a Vinicius porque fue de los mejores jugadores sobre el campo.
La selección brasileña sigue con este empate complicándose su clasificación al Mundial 2026 de Estados Unidos, México y Canadá al ser tercera de grupo. Necesitarán mejorar y combatir la crítica feroz de la prensa carioca para sobreponerse de este mal momento generacional por el que está pasando la selección brasileña.
Ricky Dias
Ourense, 1997. Licenciado en periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Llegó a la redacción...