"Fue una farsa": la boxeadora Imane Khelif lamenta la renuncia de Angela Carini en el combate olímpico que dio la vuelta al mundo

El oro olímpico de la boxeadora Imane Khelif en la categoría de -66kg fue uno de los momentos más comentados de los Juegos Olímpicos de París 2024 y que, tres meses después, sigue dando que hablar. La púgil, en medio de los rumores sobre supuestos exámenes médicos que ella mismo denunció como 'no verificados', ha recordado el momento en el que saltó a la fama de la peor manera. La argelina eliminó a las primeras de cambio a la italiana Angela Carini después de un combate fugaz, que terminó en escasos segundos a causa de una renuncia que desató una polémica sobre el sexo de Khelif, quien en la televisión italiana RAI ha recordado aquel momento como una "farsa".

Después de aquello, la argelina admitió que no guarda rencor a su rival de la controvertida ronda, aunque sí se mantiene dolida por las supuestas presiones que desembocaron en unas imágenes que dieron la vuelta al mundo. "No estoy enfadada con Angela. Es mi hermana, compartimos la misma pasión por el boxeo. Estoy enfadada con quienes la presionaron para que tuviera una reacción que no creía merecer", matizó Khelif, todavía con la espina de no haber podido protagonizar un careo de ensueño.

"Como todos los boxeadores, quería un combate normal, pero en cambio fue una farsa", lamentó la argelina, quien sustentó su incomprensión en que Carini y ella ya se conocía de antemano: "No la tomo con ella, sino con quienes la presionaron para que se comportase de esa manera. No creo que ella haya actuado así por su propia voluntad. Estoy absolutamente segura de que la presión a la que fue sometida la llevó a comportarse así", insistió.

Ambas púgiles, que reconocen no haber tenido contacto desde entonces, habrían zanjado esta polémica después de que Carini publicase un vídeo disculpándose en sus redes sociales. También Imane Khelif se mostró agradecida con el presidente del Comité Olímpico Italiano (CONI), Giovanni Malagó, por sus muestras de apoyo a posteriori.

Fue este incidente el que abrió las puertas de la fama a una Khelif que reunió multitud de críticas, llegando a ponerse en cuestión incluso su sexo y acaparando un sinfín de comentarios vejatorios. Ante ello, la argelina pudo extraerse para sobresalir sobre el cuadrilátero de la Villa Olímpica, donde acabó saliendo con el oro olímpico colgado al cuello.