Presidente en Valencia, talón de Aquiles en Génova

Qué historia la del PP en la Comunidad Valenciana, qué historia la de la Comunidad Valenciana con el PP. A principios de los noventa, Valencia fue para los populares menos una victoria que un milagro: habían vencido en una tierra de tradición de izquierdas y memoria republicana, y ganar la Generalitat le mostró a Aznar que podía ganarse la Moncloa. De Zaplana a Camps, con el estrambote de Alberto Fabra, la Comunidad iba a parecer un monocultivo popular por muchos años.

Fueron años que bien podríamos llamar los años de la exageración. Quizá, como diría Dickens, el mejor de los tiempos y el peor de los tiempos. Porque aquella Valencia, es cierto, renovó ambiciones y tuvo visibilidad en el mundo, pero también tuvo las corrupciones y pelotazos de una clase política que se había llenado de balón con el poder. Una cosa terminó por opacar a la otra. Y con la distancia del tiempo, cuesta pensar que figuras como 'El Bigotes' o Ricardo –'Ric'- Costa hayan existido de verdad en la vida y no sean cosas de un guion.

Tras un paso por el banquillo político -y, en ocasiones, el judicial-, el PP volvió al poder el año pasado. Pero si Rajoy blindó su liderazgo con el apoyo de Camps, Mazón no ha dado más que problemas a Feijóo. Primero, sellando aquel pacto con Vox en estricta desobediencia a Génova. Y ahora, agarrándose al Gobierno autonómico de tal manera que Feijóo pocas responsabilidades puede pedir al central. Ojo, por tanto, con Mazón, que ya no tiene nada que perder y puede simultanear ser presidente de la Generalitat en Valencia con ser talón de Aquiles en Génova.