Sociedad

El 'volver a empezar' desde dentro de un taller de música afectado por la DANA: "Cuando empiece a trabajar, me daré cuenta de lo que he perdido"

El agua anegó el taller de Guitarras Quiles, en Catarroja. Su propietario calcula que ha perdido más de 60.000 euros entre el material y las máquinas: cerca de la mitad de todo lo que tenía en su local

Imagen del taller de Guitarras Quiles tras el paso de la riada. / Cedida

Catarroja (Valencia)

Vicente Quiles es el titular de Guitarras Quiles, un taller artesano en el que construye instrumentos de cuerda en Catarroja. El negocio lo heredó de su padre y lo abrió su abuelo en 1958. En su bajo de la calle Massanassa se fabrican guitarras que después se envían a clientes de Italia, Francia, Alemania, Finlandia, Suiza, Japón o Estados unidos. También hacen instrumentos "que ya no hace casi nadie", como laúdes, mandolas y timples para música tradicional, sobre todo mallorquina, aragonesa, murciana y valenciana, según nos explica.

El taller está a menos de 300 metros del barranco de Poio. El 29 de octubre el agua alcanzó el metro de altura. Todo lo que había por debajo de ese nivel se vio afectado por el agua y el barro. Quiles tardó dos días en conseguir forzar la cerradura y abrir la puerta de su local. Dentro había unos 30 centímetros de fango y todos los daños dejados por el agua. "Nos ha afectado mucho a nivel de madera, luego nos pilló con muchas guitarras en el taller, y también el tema de las máquinas... Todo eso se ha llenado de agua y estamos intentando a ver qué podemos recuperar", comenta mientras recorremos con él su taller.

Guitarras inservibles tras el paso de la DANA.

Guitarras inservibles tras el paso de la DANA. / C.Sevilla

En el despacho nos muestra una caja llena de rosetas: esa cenefa circular que bordea la boca, o el hueco, de la caja de la guitarra. Según cuenta, es una pieza hecha de madera, muy delicada, y que, en muchos casos, sirve para identificar al fabricante del instrumento. "Yo tenía aquí un montón de rosetas y claro, eso es una pérdida terrible. Tenía a lo mejor miles y se han perdido todas". Traducido: "solo en rosetas puede haber 6 o 7 mil euros mínimo en pérdidas". Apoyadas en la pared del despacho hay varias tablas con forma de guitarra y de bandurria. Son los moldes, o patrones, que Quiles utilizaba para montar sobre ellos el instrumento al fabricarlo. El agua los ha deformado, hinchado, hasta dejarlos casi todos inservibles. Ahora tendrá que hacer patrones nuevos.

Salimos del despacho y pasamos a la estancia principal del taller. En una esquina, sobre un mueble, se amontonan varias guitarras destrozadas, echadas a perder. Le pedimos a Quiles otra traducción: "Aquí hay trece que están medio terminadas, a 1.000 euros [cada una]... Echa cuentas". En total, calcula que ha perdido más de 60.000 euros entre material y máquinas, "como mínimo el 40-50%" de lo que tenía en el taller.

La familia Quiles limpiando varillas en su taller.

La familia Quiles limpiando varillas en su taller. / C.Sevilla

Después de muchos días sacando el barro del suelo, el objetivo ahora es intentar recuperar todo lo que se pueda. Sobre una mesa de trabajo se escucha un ruido metálico de varillas golpeando entre sí... "Lo que están limpiando mi mujer [Begoña] y mi hijo [Adrián], que me están ayudando, son el traste, las barras que se incrustan en el diapasón", explica Quiles. "Son miles de varillas, y para que no se 'robinen' con el tiempo, o tener problemas, estamos secándolas una por una", señala. Lo mismo están haciendo con miles de clavijeros y otras piezas que se añaden al mástil de los instrumentos.

En "la zona de máquinas" todas tienen colocado un calefactor recién comprado apuntando al motor. La idea es secar los circuitos y cruzar los dedos después para que vuelvan a arrancar. Quiles cree que podrá recuperar un tercio de sus máquinas, alguna muy especializada en la fabricación de instrumentos de cuerda. Por último, al fondo, nos enseña la "joya de la corona" del taller: su almacén de maderas. Un espacio en el que tiene apiladas miles de piezas de maderas y que, normalmente, mantiene a una humedad relativa del 25-30% y a una temperatura cercana a los 30 ºC. Ahora está a más de un 60% de humedad y a unos 20 ºC de temperatura.

Almacén de madera de Guitarras Quiles.

Almacén de madera de Guitarras Quiles. / C.Sevilla

Para Quiles, este pequeño almacén supone "muchísimo" dinero. "Mi inversión de hace muchos años es en madera porque todas son maderas exportadas de la India, de Centroáfrica, de Centroamérica, de mil sitios", comenta. Ha tenido suerte, porque las pilas de madera miden hasta dos metros y, con unos deshumidificadores industriales, cree que podrá rescatar el 80% de la madera.

Quiles es optimista al pensar en el futuro de su negocio. Con una clientela fiel, y los encargos de algunos antiguos clientes que le han contactado para ayudarle a remontar, dice que no le va a faltar trabajo. Aunque reconoce que arrancar va a ser complicado: "Será duro porque cuando empiece a trabajar, echaré en falta mucha herramienta y muchas cosas que he perdido y ahora no me he dado ni cuenta". En sus planes está volver a su trabajo de lutier dentro de 15 o 20 días, aunque no sea al 100%, y terminar unas guitarras que tenía pendientes y se salvaron del agua. "Para poder hacer un poco de dinero y afrontar los pagos", dice.

Nos despedimos de Vicente Quiles y su familia y les dejamos en el taller, pasando el trapo pacientemente sobre cada varilla, una tras otra. Fuera, también, continúa la limpieza y la reconstrucción del pueblo de Catarroja.

Carlos Sevilla

Periodista en la sección de Economía, donde cubro...