El reconocimiento de Jorge Martín a su amigo Espargaró por su ayuda para ser campeón del mundo de MotoGP: "¡Guardaespaldas!"
Son amigos dentro y fuera del motociclismo, habiendo protagonizado hoy varias muestras de ese cariño mutuo
Jorge Martín se ha proclamado campeón del mundo de MotoGP tras su tercer puesto en un Gran Premio Solidario de Barcelona que ganó Francesco Bagnaia, al que no le sirvió para dar caza al español en la clasificación del Mundial. El piloto de Prima Pramac hace historia y lo ha celebrado por todo lo alto con su equipo, familiares y amigos, estando en este último grupo un corredor que también ha sido noticia en este fin de semana.
Aleix Espargaró afrontaba su última carrera en la competición, una cita importante para él subiéndose a la moto por última vez como primer piloto, ya que seguirá ligado al motociclismo como probador de Honda. Ya antes de celebrarse la última prueba mostró su emoción por este adiós, pero a él se le unió la de ver a su amigo 'Martinator' proclamarse campeón mundial. "A Jorge le quiero igual que a mis hijos", dijo en la previa, y después lo demostró tanto dentro de la pista como fuera.
Una inestimable ayuda y una alegría conjunta
Martín solo necesitaba un noveno puesto para ser campeón si ganaba Pecco, cosa que hizo, y en la salida se colocó segundo. Sin embargo, Marc Márquez lo superó y empezó a rodar en tercera posición, con la amenaza de que Eneo Bastianini, compañero de equipo de Bagnaia, pudiera meterle presión con el objetivo de generarle dudas y que cometiera un error que a la postre pudiera ser determinante para el Mundial, pero esto no sucedió. Espargaró se puso entre su amigo y el italiano y sirvió de tope, haciéndole un gran favor a Jorge.
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Esto lo vio el campeón del mundo una vez terminó la carrera, junto a los clasificados primero y segundo, Bagnaia y Márquez, y no se pudo contener al ver cómo Espargaró le echaba un cable. "¡Qué grande Aleix, guardaespaldas!", exclamó Martín al observar en la pantalla la lucha que tuvo con Bastianini y, más tarde cuando este se descolgó, con Alex Márquez. La cosa no quedaba ahí, sino que la muestra de amistad entre ellos se vio antes, en la celebración nada más certificarse el título.
Aún subidos a la moto, Martín y Espargaró se fundieron en un abrazo en la pista. Ambos se estaban felicitando, seguro, con Jorge despidiéndole tras una carrera de quince años en la categoría reina y Aleix por un merecidísimo e histórico título mundial. Después, ya bajados de sus monturas, volverían a abrazarse con el campeón del mundo luciendo su nuevo casco dorado y el ya piloto probador desde hoy alzándolo al cielo de Barcelona. Bonita estampa de ver cómo la amistad puede abrirse paso a pesar de la rivalidad deportiva.