Le preguntan a José Mujica por la felicidad y da una lección: "Cuanto más tenés, menos feliz sos"

Madrid

El expresidente de Uruguay, a sus 89 años y después de vencer un cáncer de esófago, ha hablado largo y tendido en una entrevista para El País sobre varios temas, desde los líderes mundiales de la ultraderecha, como Bolsonaro, Trump y Milei, a quienes ha calificado de "mugre", hasta reflexiones sobre la vida y la muerte, y cómo una persona como él ha entendido lo que es la vida y la felicidad. Un hombre que decidió vivir con lo mínimo, y que, cuando fue proclamado presidente de Uruguay, cambió el palacio presidencial por una pequeña casa en Montevideo, donde vive con su compañera, Lucía Topolanski.

Después de una vida frenética, el expresidente ha querido reflexionar sobre el sentido de la vida, la muerte y el futuro del mundo, entre otras cosas. A pesar de haber sido una figura clave a nivel político, se considera "un campesino". Afirma que se dedicó "a cambiar el mundo para mejorarlo" y, de esta forma, le dio un sentido a "su vida". Dice que morirá "feliz", una vida que describe como haberse gastado "soñando, peleando, luchando", y que dejará este mundo "sin cuentas que saldar".

El uruguayo cuenta que encontró la felicidad "en vivir con muy poco, en vivir con sobriedad", porque, según explica: "Cuánto más tienes, menos feliz eres". Define la vida como "amar" y destaca los pequeños detalles, como "cuando eres anciano" y "hablas de recuerdos" con los amigos. Aunque también habló Mujica de la muerte, a la que describe como "una señora complicada", que "no perdona", pero que "hace de la vida una aventura". Afirma: "Había 40 millones de probabilidades de que naciera otro y te tocó a ti", y lanza una gran pregunta: "¿En qué gastamos el tiempo de nuestra vida?".

En cuanto al futuro, Mujica opina que vivimos en un "mundo que va hacia el híper consumo, porque está regido por una ley: multiplicar el consumo de la gente, porque eso asegura la acumulación. 'Compra esto, compra lo otro'. Nos bombardean, el marketing es un veneno. Te domina. Y eso no es vivir", explica el expresidente uruguayo. Un hombre que ha seguido la vida que ha querido, ha encontrado la felicidad en los pequeños detalles y, pese a que cuenta que muchos de los presidentes de otros países "le consideraban un bicho raro", asegura: "Me respetaron mucho".