Equilibrar las fuerzas

Barcelona

Ucrania era casi una oveja ante el lobo del Kremlin. Cuando pintan más bastos que nunca para el país invadido, con las tropas de Putin avanzando y Donald Trump preparándose para una nueva traición, recibe una buena noticia. EEUU ha autorizado el uso de sus misiles ATACMS contra territorio ruso. Así que los soldados de Volodímir Zelenski equilibran un poco sus capacidades con las inagotables fuerzas, medios y reservas del enemigo. Podrán apuntar a objetivos militares hasta 300 kilómetros lejos de su país, casi la mitad del trayecto hasta Moscú.

Hasta ahora Occidente se resistía a dar permisos de este tipo. Así que la resistencia ucraniana luchaba con las manos atadas a la espalda. Washington no quería dar excusa a una espiral de acción-respuesta-acción que supusiera un mayor peligro para la maltrecha paz en la zona. Moscú interpretaba que eso era puro miedo y cobardía ante sus amenazas de usar la bomba atómica. De modo que ampliaba los bombardeos, multiplicaba los ataques y atraía refuerzos como los norcoreanos.

La autorización de Joe Biden, casi en el último minuto de su mandato, contrarrestará el creciente dispositivo ruso, dará credibilidad a la resistencia ucraniana, quizá disuada o dificulte el apoyo oriental y desde luego reforzará a Kiev ante una posible negociación de paz. Era hora.