La confesión de Julio Alberto: "¿Me puedes decir qué hacía yo comprando jerseys en Nueva York?"

No es la primera vez que Julio Alberto, que pasó por el Atlético de Madrid y el FC Barcelona, habla de las adicciones que sufrió en el pasado. De hecho, desde 2003 imparte conferencias a jóvenes para concienciar sobre el peligro de las drogas. Por este motivo, el exfutbolista contó su historia a Gonzo en el último Salvados y reveló algunas de sus actitudes que, a día de hoy, cambiaría.

"Un día llamó mi madre para que fuese a comer allí, le dije que no, que no podía. Me preguntó por qué no podía. Le dije que tenía cosas que hacer. Negocios. Era mentira. Me iba a comprar jerseys a Nueva York. Iba en avión y volvía luego para entrenar. Gonzo, ¿me puedes decir qué cojones hacía yo comprando jerseys en Nueva York? ¿Sabes el tiempo que he perdido de comer con mi mamá y con mis hermanos por hacer estas cosas?", recordó el exfutbolista.

De esta manera, Julio Alberto confesó que sus excesos le llevaron a tomar decisiones de las que ahora se arrepiente, tanto que se dejó llevar por las nuevas amistades que hizo y dejó de lado a la gente más cercana. "Va todo muy rápido... A una persona que conoces desde hace tres días ya es amigo tuyo, y no te paras a pensar sobre sus intenciones. Hay mucha gente que se acerca... Es muy difícil", dijo. A sus 66 años, el exfutbolista admitió que ha cambiado de chip y que su objetivo actual es enamorarse de la vida. "La vida es una. Sólo tenemos esta oportunidad. El dinero no puede comprar el amor. Puede pagar el sexo. El dinero puede comprar una casa pero no puede comprar un hogar. El dinero puede pagar una fiesta, pero no puede comprar una amistad. Me di cuenta de esto más tarde", reflexionó.

A Gonzo, el jugador que ganó 12 títulos con el Barça y llegó a ganar 180 millones de pesetas, le admitió que no supo administrar su fama, pero recordó cómo fue el día en el que recibió su primer sueldo (68.700 pesetas) con el Atlético. "Me dieron un sobre. Y cuando llegó a casa estaban todos allí, y lo saco, mi madre viene y me dice, 'qué es esto'. Le digo que me lo han dado en el fútbol. 'Te voy a dar fútbol' y me echó de casa... Para convencerla, me dijo que o devolvía lo que había robado o no podía volver", dijo. Lo siguiente que hizo fue llenar la nevera de su madre, comprarle una bata y unas zapatillas. "Éramos muy pobres", explicó.

Julio Alberto, que admitió que no le gustaba el fútbol y que su sueño era "ser ciclista", lamentó que lo que más se recuerde de su carrera es precisamente lo extradeportivo. "No se hace referencia a todo lo que he hecho, a los que he ayudado. Hay gente que peregrina a mi casa, que no sé cómo la encuentra, a pedirme ayuda (...) Si te dijera que no me duele... Es otra vez la misma historia. Otra vez el mismo artículo. Me duele como me han tratado los medios de comunicación, que me recuerden una y otra vez que me equivoqué", terminó.