Al menos 111 personas, entre ellos mujeres y niños, han muerto a consecuencia de los continuos ataques perpetrados por el Ejército israelí durante este domingo en varias áreas de la Franja de Gaza, especialmente en el norte del enclave. Fuentes locales han relatado a la agencia de noticias palestina WAFA que los bombardeos más intensos han tenido lugar en el centro y el norte de la Franja, con un total de diez incursiones «violentas» en las que el Ejército ha utilizado «toneladas» de explosivos contra edificios residenciales, escuelas y refugios para las personas desplazadas. Así, 72 del total de 111 víctimas mortales han fallecido en el campo de refugiados de Al Shati de la ciudad de Gaza y en Beit Lahia, en el norte de la Franja. También se han registrado ataques en el este de Deir Al Balá, el campo de refugiados ubicado en el centro del enclave palestino, donde han muerto al menos dos personas y han resultado heridas un número indeterminado. Por otra parte, en el oeste de la sureña localidad de Rafá, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han hecho estallar varios edificios residenciales, causando heridos si bien las autoridades no han confirmado víctimas mortales. Previamente, cuatro civiles murieron en el barrio de Qizan al Najjar, en el sur de Jan Yunis, mientras dos lo hicieron en el oeste de Gaza y dos en el barrio de Tel Al Hawa de la citada localidad. Los bombardeos israelíes en la Franja de Gaza han dejado ya casi 43.850 muertos y más de 103.700 heridos, según el último balance proporcionado en la mañana de este domingo por las autoridades del enclave palestino, bajo control del movimiento islamista Hamás. Como viene siendo habitual, el Ministerio recuerda que estas cifras son solo una aproximación porque un número de víctimas imposible de determinar se encuentran enterradas bajo toneladas de escombros provocadas por los bombardeos. Además, las autoridades gazatíes han afirmado en varias ocasiones que al menos 10.000 personas figuran como desaparecidas. La ofensiva israelí contra Gaza fue lanzada tras los ataques del 7 de octubre de 2023, que dejaron unos 1.200 muertos y cerca de 250 secuestrados, según las autoridades israelíes. A estos balances se suman más de 760 palestinos muertos a manos de las fuerzas de seguridad israelíes y en ataques perpetrados por colonos en Cisjordania y Jerusalén Este.