Así se forman las tripulaciones de avión: "Tenemos nociones de defensa personal pero aplicadas a un espacio reducido, como un pasillo o el asiento de un avión"
Aimar Bretos entrevista a dos formadoras de auxiliar de vuelo
Las entrevistas de Aimar | Carmen Nuevo García y Gabriela Domínguez
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Madrid
Ser tripulante de vuelo supone trabajar en una posición que ha estado en el punto de mira del cine, la publicidad y el imaginario colectivo. Pese a que los vuelos se han vuelto mucho más accesibles y los mitos van cayendo, el personal de cabina sigue envuelto en clichés y estereotipos. Hoy en día la apariencia física no es relevante y si lo son las aptitudes de unas personas que a más de 1.000 metros de altitud tendrán que poder solventar cualquier emergencia a la que se enfrenten. "Gracias a Dios no buscan imagen. Evidentemente, tienes que cumplir unos estándares de altura y físicamente. No por nada, sino por tema de la capacidad de los aviones, el llevar material de emergencia en los racks y demás. Pero no es como antiguamente", dice Carmen Nuevo García directora de la escuela de formación de auxiliares de vuelo Air Hostess Madrid.
Ser tripulante de cabina es un trabajo atípico. La seguridad dentro del avión depende de ellos y las situaciones a las que se exponen van desde emergencias médicas hasta pasajeros violentos. Nuevo García explica que "emergencias médicas vemos muchísimo, desgraciadamente, es lo que más se sufre". Dentro de estas situaciones se puede dar cualquier cosa, como "salvar la vida a una persona que le ha dado un infarto o un ictus u otra persona a la que le ha dado un ataque de pánico brutal. Hacemos de todo. Luego hay que instruirlos también en tema de seguridad a bordo".
En este último punto, el de la seguridad a bordo, es donde algunas cosas parecen no haber cambiado tanto. Nuevo García reconoce que " te intentan tocar un poco el culo o un `Qué guapa eres´ o `dame el teléfono´" y reconoce que han pasado con asiduidad: "Ese momento de actitudes machistas, de `niña, guapa. Vamos a…´. Pues a mí me ha pasado bastantes veces".
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Sobre los momentos que más recuerda, la mayoría son positivos. También hay situaciones imprevisibles en las que tienen que hacer de psicólogos con los pasajeros, recuerda que recientemente llevaron a un pasajero al que "le había dejado su novia. Le iba a dar una sorpresa en Chile y justo dos minutos antes de subir, la chica le dijo que estaba con otro y ya estaba subido un vuelo de doce horas". Nuevo García también desvela que muchos mitos en torno a mantener relaciones en los baños del avión son más bien mitos del imaginario colectivo: "la verdad es que eso yo no lo he vivido. O sea, es más leyenda urbana. Yo creo que es más un estereotipo".
Pese a que Nuevo García comenta que ellos tienen que "estar preparados" porque "allá arriba somos bomberos, psicólogos, médicos, policías", Hoy en día los requisitos para pasar el cribado de una aerolínea pasan por tener una buena forma física, idiomas y una gran capacidad de trato con la gente. Nuevo García conoce perfectamente los requisitos de las compañías: "Quieren personas muy formadas, personas serias, personas profesionales, con muchas actitudes y buena imagen". Los requisitos de imagen y edad han desaparecido y en la actualidad Nuevo García asegura que los tripulantes de vuelo se pueden jubilar en este puesto: "Tú te puedes retirar en esta profesión, a tus 65 o 67 años, cuando tú quieras".