La DANA arrasó el despacho de cuatro jóvenes abogados en Massanassa: su reto ahora son los expedientes perdidos

Madrid

La devastación provocada por la DANA en Massanassa no solo afectó a las viviendas, sino también a los negocios y a los servicios esenciales. Un claro ejemplo es el de Fran Raga, propietario del despacho de abogados en la avenida principal de Massanassa, quien además es concejal del Ayuntamiento. A tan solo 150 metros del barranco que se desbordó el 29 de octubre, su oficina quedó completamente inundada, arrastrando consigo documentos vitales para cientos de clientes.

"Nosotros somos cuatro compañeros, cuatro abogados jóvenes, tenemos ya seis años de experiencia laboral aquí en el pueblo. Empezamos siendo dos, pero ahora somos cuatro y trabajamos aquí en Massanassa. Empezamos siendo muy jovencitos, para serte sincero, alguno no había acabado ni el máster. Tenemos un despacho, en la avenida principal a 150 metros del barranco. A mí me pilló dentro, imagínate el destrozo, no solo a nivel material, sino todas esas personas que están afectadas porque sus expedientes se han ido literalmente a la basura, en el sentido de que muchos documentos están llenos de barro y son irrecuperables", ha explicado Raga.

La pérdida no solo afecta a los bienes materiales de su despacho, sino también a los cientos de expedientes legales que gestionaban. Afortunadamente, muchos de los documentos ya estaban digitalizados, pero otros, especialmente aquellos de casos en curso, han quedado destruidos. "Contamos con la ventaja de que muchas de estas cosas ya estaban digitalizadas, pero es verdad que hay algunas otras que no, sobre todo expedientes que estaban vivos, con los que estábamos trabajando estos días. Claro, los expedientes no son de un día para otro, trabajas con ellos semanas y semanas. Hay cosas que costará mucho recuperar y será una labor ardua, pues de ir de juzgado en juzgado, si es que eso es posible, porque los juzgados nuestros que son los de Catarroja también están afectados", ha comentado Raga.

Este caos judicial está paralizando numerosos procesos que afectan especialmente a los vecinos de Massanassa, muchos de los cuales dependen de su trabajo en derecho de extranjería. "Los vecinos de Massanassa pertenecen al juzgado de Catarroja, no se está pudiendo trabajar. Esto es judicialmente una parálisis comparable a la de la pandemia, a menor escala, porque afecta a un par de partidos judiciales”, decía.

Además de la pérdida material, Raga también ha tenido que lidiar con el impacto emocional de la tragedia, tanto en su entorno cercano como en su comunidad. “Mi abuela tiene 81 años y ha vivido la riada del año 57. A pesar de que le habíamos prohibido subir al piso de arriba porque hacía unas semanas había sufrido un pequeño ictus y la movilidad la tenía un poco afectada, la mujer a oscuras y a gatas pudo subir una escalera muy empinada y cogió algo de comida y se acostó a dormir. Mi padre intentó salir en varios momentos y entre gritos yo lo paré porque era imposible”, ha recordado Raga. Afortunadamente, su abuela se encontraba bien cuando pudieron llegar a verla a las 3 de la mañana, aunque muy afectada por la situación.

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Raga ha explicado como la vivencia de la DANA ha dejado a la comunidad en un estado de "shock permanente", como ha descrito: "Aquí un comentario que se escucha mucho es 'es que no puedo llorar', y los psicólogos que acudieron a prestar atención al Ayuntamiento nos contaron que era normal porque estamos en 'modo ayuda' y no te da tiempo a pensar".

Raga ha reflexionado sobre el trabajo político en medio de la crisis. "Un comentario que se escucha mucho aquí en el pueblo es que la primera línea que ha funcionado muy bien ha sido la municipal. Los ayuntamientos, en mi caso, pertenecemos a un partido que está en la oposición, pero hemos colaborado con el partido que gobierna codo con codo, desde el principio, con muchos aciertos y muchos errores", ha finalizado.