Rafa Nadal se despide del tenis tras una amarga derrota de España en los cuartos de final de la Copa Davis

La carrera de Rafa Nadal, el deportista español más grande de todos los tiempos, ha llegado a su fin. Carlos Alcaraz y Marcel Granollers no han sido capaces de batir a la pareja holandesa formada por Van Zandschulp y Koolhof en el partido definitivo de los cuartos de la Copa Davis. Un espectacular Koolhof decidió el partido en dos tie breaks y se convirtió de manera indirecta en el verdugo de Rafa Nadal, que perdió el primer partido de la eliminatoria contra Van Zandschulp. Alcaraz empató la eliminatoria frente a Giekspoor para forzar el tercer y definitivo encuentro en el que nada han podido hacer el propio Carlitos y Granollers (7-6/7-6) que ha significado el triste adiós de Nadal. El final, fuese cual fuese, no le iba a hacer justicia jamás a un deportista como Rafa Nadal. El tenista de Manacor ha sido capaz de meterse durante dos décadas en los hogares de todos los españoles para hacerles partícipes de una legendaria carrera. Hasta el último punto de esta Davis Rafa Nadal ha sido el reflejo de lo que ha sido siempre: un deportista tenaz. Desatado en el banquillo el equipo español, Nadal ha intentado hasta el final orientar a sus compañeros y alargar un poco más su carrera, pero no hubo suerte. La luz profesional de un deportista histórico se apaga, pero lo que se ilumina a partir de ahora es el espectacular legado de una persona que ha cambiado la historia del tenis para siempre. Con tan solo 15 años jugó su primer torneo ATP como invitado en Mallorca y se convirtió en el jugador más joven en ganar un partido a ese nivel, tras vencer al paraguayo Ramón Delgado. Lo demás, ya es historia. En su currículum constan 92 títulos ATP —de ellos, 22 Grand Slams— y decenas de premios y homenajes a su trayectoria. El torneo que más ha marcado su trayectoria ha sido Roland Garros, en el que ha salido triunfador en 14 ocasiones (2005, 2006, 2007, 2008, 2010, 2011, 2012, 2013, 2014, 2017, 2018, 2019, 2020 y 2022) y le convirtió en el rey de tierra batida. El primero lo ganó con tan solo 19 años y el último con 36, hace solo un par de años y con problemas en el pie izquierdo. Su primer Wimbledon lo ganó en 2008 y derrotó a Roger Federer, quien se convertiría durante años en su gran adversario. El tenista John McEnroe dijo que aquel fue el partido «más grande» que había visto nunca. En 2010 volvió a ganar en esa hierba londinense. El US Open fue otro de los torneos en los que sobresalió. Ganó en cuatro ocasiones: 2010, 2013, 2017 y 2019. La victoria de 2010 supuso la victoria de los cuatro Grand Slam, ya que un año antes había ganado a Federer en Australia. El partido de 2019 fue especialmente agónico: estuvo jugando contra el ruso Daniil Medvedev durante casi cinco horas. En Australia, Nadal cosechó dos triunfos muy distanciados en el tiempo: en 2009 y en 2022. Éste último fue uno de los triunfos más especiales para el tenista de Manacor porque al derrotar a Daniil Medvedev se convertía en el deportista masculino con más Grand Slams. Superaba entonces en uno a Roger Federer, que logró 20 en toda su carrera, y con el Roland Garros, terminó aventajándole en dos. La pareja elegida por David Ferrer para el tercer partido frente a Países Bajos fue la formada por Marcel Granollers, especialista en esta categoría como número 4 del mundo, y Carlos Alcaraz, número 2 del ranking ATP. El tenista murciano llegaba al encuentro después de cerrar por la vía rápido el encuentro previo frente Griekspoor en dos sets. Fue inevitable comparar al Carlos Alcaraz que formaba equipo con Rafa Nadal en París con el que nos hemos encontrado esta tarde en Málaga. Desde el comienzo del partido, Granollers se mostraba muy didáctico corrigiendo cada paso en falso que veía en el tenista murciano. Y eso se notaba. Su nivel cuando se asomaba a la red fue asombroso. Eficaz y solvente. El primer set fue una exhibición de los cuatro jugadores en pista, mostrando unos reflejos brillantes y dando un espectáculo que agradeció todo el público del Martín Carpena. Pero Alcaraz y Granollers se cruzaron con una pareja que le puso las cosas muy difíciles. Van Zandschulp y Koolhof alargaron la contienda hasta el tie break. Todo era equilibrio e igualdad en un primer set que sobrepasó la hora de duración. Koolhof tiraba claramente de la pareja naranja, mientras que el equilibrio imperaba en nuestra pareja. «Ojalá se pueda alargar la carrera de Granollers un poco más porque da gusto verle con la facilidad con la que juega», aseguró un Jordi Arrese que se rendía al nivel del catalán en el partido durante la retransmisión de Carrusel Deportivo. No obstante, el tie break fue para los holandeses, que castigaron las tres oportunidades perdidas de set de Alcaraz y Granollers. Con 7-4 se llevaron la primera manga. El público puso de su parte para hacer reaccionar a Alcaraz y a Granollers. El primer servicio de los españoles en el segundo set fue el peor momento que vivieron los nuestros sobre la pista. La resistencia mental era clave para rescatar un partido que cada vez se veía más complicado tras perder el primer tie break. Ahí emergió la figura de un monumental Carlos Alcaraz. Los golpes en el resto del murciano inspiraron a la pareja española y sirvieron como punto de inflexión. La igualdad en el marcador imperó en todo el segundo set. El punto de break estaba a un precio altísimo, como un producto de alta gama: se veían muy pocos y marcaban la diferencia por completo. La pareja española consiguió golpear primero en la segunda manga. Es por ello que cuando Alcaraz y Granollers perdieron el break dos juegos más tardes de haberlo ganado y el adiós de Nadal se veía cada vez más próximo. Y es que para ese momento el nivel de Koolhof, que también se despide del tenis en esta Davis, era sobresaliente. Y en esta vorágine, su regularidad fue clave para, también en el tie break, hacer el 2-0 definitivo. Y con este resultado, se acabó para siempre. La leyenda de Nadal se abre paso y deja atrás una carrera legendaria. El último baile ha llegado mucho antes de lo esperado, pero Málaga ha cumplido con creces en la despedida de Rafa Nadal.

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Alcaraz y Granollers no pudieron con Van Zandschulp y Koolhof y certificaron la retirada del tenista balear

Ricky Dias

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