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Saoirse Ronan: "Me encanta actuar, pero quiero dirigir y tener más responsabilidad en el set"

La actriz, que con solo 30 años ha sido nominada cuatro veces a los Oscar, es la protagonista de 'Blitz', el nuevo drama de Steve McQueen ambientado en los bombardeos sobre Londres durante la Segunda Guerra Mundial que estrena Apple TV+

Saoirse Ronan presenta 'Blitz' en Londres / Joe Maher/BAFTA

Saoirse Ronan presenta 'Blitz' en Londres

Madrid

El cine de Steve McQueen siempre ha tenido la capacidad de mirar al pasado desde una perspectiva única y a la vez actual. El autor británico lo demostró con su celebrada ópera prima, Hunger, y la huelga de hambre que cambió el conflicto irlandés, con la oscarizada 12 años de esclavitud y la persecución y violencia contra los afroamericanos, o con la fantástica antología televisiva Small Axe, un monumento en cinco partes por la identidad negra y las raíces culturales de esa comunidad en Reino Unido durante los años 60, 70 y 80. Ahora toma un periodo histórico tan trillado como la Segunda Guerra Mundial para seguir indagando en muchos de esos temas que han marcado su filmografía -el racismo, las luchas obreras, la segregación, la violencia...- con un poso igual de amargo pero con un espíritu más emotivo y esperanzador.

Blitz es el término con el que se conoce a los bombardeos de la Alemania nazi sobre Reino Unido a principios de los años 40. La palabra es, de hecho, una abreviatura de la alemana blitzkrieg, que significa "guerra relámpago". Ante la destrucción de muchas ciudades y la imposibilidad de encontrar refugios más allá que los túneles del metro, el gobierno británico decidió crear un plan para evacuar al campo a muchos de los niños, ya fuera en colonias, con parientes o con familias seleccionadas. Es ahí donde enmarca McQueen esta historia que protagoniza la actriz Saoirse Ronan como una madre soltera que tiene que subir al tren a su hijo para ponerle a salvo. "Me interesaba el hecho de que fuera una madre soltera, de que hubiera tenido a su hijo cuando era muy joven, ya había sufrido muchas pérdidas en sus primeros años de vida, y valoraba tanto la relación con su hijo que le costó mucho subirlo a ese tren y enviarlo fuera de la ciudad. Hay mucho sacrificio personal en ella que estamos viendo y percibiendo desde el principio. Y también lo que empezó a desarrollarse naturalmente entre Elliott Heffernan, que interpreta a George, y yo, es esta amistad, esta amistad duradera entre los dos. Va mucho más allá de la relación madre-hijo. Y hay como una alianza del uno con el otro. Son casi como almas gemelas. Y eso es lo que los une incluso cuando no están físicamente en el mismo espacio. Poder interpretarlo como actriz es muy interesante", explica la intérprete en conversación con la Cadena SER desde Londres.

La película, que en España Apple TV+ estrena directamente en su plataforma el 22 de noviembre, podría ser un drama más de época si no fuera por el virtuosismo técnico y el enfoque que aporta McQueen, situando en el centro del relato a ese niño racializado, de padre negro y madre blanca, en una época donde ya sufría el acoso racista. "Tuvimos conversaciones sobre cómo es esa experiencia para cualquier padre. Incluso ahora, cuando un hijo sufre acoso o abuso de alguna manera. Y en cierto modo discutimos entre nosotros cómo se manifestaría eso en Rita. Hablé con muchas personas que están en esa posición y sobre las experiencias que han tenido. Pero, sinceramente, queríamos centrarnos en el amor entre los dos y en este tipo de relación singular que existe entre George y Rita, este era realmente el corazón de la película. Y eso era lo que, en cierto modo, nos iba a ayudar a salir adelante. Acabamos hablando sobre nuestras propias relaciones con nuestros padres y la experiencia de Steve como padre. Y todo eso fue increíblemente útil para mí", cuenta Ronan de cómo trabajó la relación con ese niño que se cuestiona por qué es diferente al resto de chicos con los que juega en la calle en un barrio humilde de Londres.

Como defiende la actriz, el corazón de Blitz es la relación de esa madre y ese hijo, y la aventura de éste cuando salta del tren que debe llevarlo a un lugar seguro porque no soporta la idea de estar separado de su familia. Eso embarca al joven en una travesía solitaria donde encuentra amigos, como el policía que interpreta el cantante Benjamin Clementine, un oficial negro con el que se siente identificado, o el pícaro-saqueador al que da vida Stephen Graham entre la destrucción de las bombas. Elliott Heffernan, otro de esos niños prodigio de la escuela británica, recorre las calles, los refugios, los sótanos... en busca de volver a casa mientras su madre trabaja en una fábrica, reconvertida en industria de guerra, colabora como voluntaria con los heridos y va tomando conciencia obrera en la lucha contra el fascismo. Ahí también hinca su colmillo político Steve McQueen, con una defensa de la unión sindical, de las madres de la guerra y las clases populares ante el avance de la barbarie nazi. "Esta historia nos permite entrar en el mundo de una comunidad que se ha quedado atrás. Y eso lo hace increíblemente relevante porque está sucediendo en diferentes partes del mundo ahora mismo y siempre está presente en algún lugar. Hay algo en eliminar esa violencia incesante en tiempos de guerra y hacerla increíblemente humana y en tener estos momentos de alegría, de música, de unión que hacen que la tragedia y la pérdida se sientan aún más cuando ocurren. Y nos hace sentir que podríamos ser nosotros en cualquier momento. Es lo que Steve siempre se propone hacer con sus películas, que parezca que cualquiera puede conectarse con ellas y que cualquiera puede verse a sí mismo en cualquier cosa que ponga en pantalla", analiza Saoirse Ronan.

La música y el baile, siempre tan presentes en el universo de McQueen como elemento identitario, es aquí igual de importante para explicar el espíritu festivo de una ciudad antes de las bombas, tanto en los salones burgueses como en los clubs donde el personaje de Saoirse Ronan bailaba con su pareja, una afrodescendiente que sufre la violencia policial. La actriz tuvo que aprender el ritmo rápido de los pasos y también se atreve a cantar en un emocionante momento en la fábrica donde las mujeres toman el micro durante una conexión en directo de la BBC para reclamar sus derechos y los de sus hijos. "Me pidieron que cantara y entrenara antes de que me dieran incluso el trabajo. Estaba muy nerviosa. Hicimos una clase de canto, lo grabaron y se lo enviaron a Steve. Fue solo después de ese momento cuando me ofreció el papel. Sabía que la música iba a ser una parte fundamental de lo que era este personaje", revela la actriz sobre este papel, uno de los dos -The Outrun aún está pendiente de estreno en España- que la colocan en la carrera de premios esta temporada.

Con solo 30 años, la interpretada nacida en Brooklyn pero de ascendencia irlandesa, ya suma cuatro nominaciones a los Oscar. La primera la logró con apenas 13 años por secundaria en Atonement de Joe Wright y luego vendrían tres por protagonista, en Brooklyn y en Lady Bird y Mujercitas, sus dos colaboraciones con Greta Gerwig. La intérprete, que empezó de niña en la televisión, también ha dado un paso al frente con su primera película como productora y ya tiene en mente dirigir. "He trabajado con cientos y cientos de personas en los más o menos 20 años que llevo haciendo esto. Y creo que llegas a un punto en el que tienes un cierto nivel de habilidad y conciencia del oficio que implica tu trabajo. Eso significa que cuando trabajas con otras personas, sabes qué es lo que quieres aprender de la forma en que trabajan, qué es lo que quieres aprender y qué es lo que quieres rechazar. Me encantaría dirigir. Poder observar a otras personas en ese papel y aprender de ellos lo que siento que necesito, simplemente a través de la observación, ha sido de gran ayuda. Y supongo que ahora también estoy en un punto en el que he estado actuando durante tanto tiempo, algo que me encanta, pero realmente quiero tener más responsabilidad en el set de una película. Eso también implica hacer las cosas a mi manera", concluye. Por ahora pone emoción y pasión a Blitz, un drama que no es la obra más redonda ni sutil de Steve McQueen, pero que sí embarca al espectador en una odisea conmovedora por la destrucción de la guerra y la violencia con la música de Hans Zimmer y Nicholas Britell.

José M. Romero

José M. Romero

Cubre la información de cine y series para El Cine en la SER y coordina la parte digital y las redes...

 
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