¿Y ahora qué? El acuerdo del Gobierno con los socios sólo le sirve para ganar algo de tiempo
El pacto alcanzado a última hora de la noche con ERC, Bildu y BNG está condenado al fracaso por los vetos cruzados entre todos los socios del Gobierno
Qué contiene el texto que se aprobó en la Comisión de Hacienda y en qué situación política está el Gobierno
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Madrid
A pesar de que el Gobierno conseguía no sin poco sufrimiento —tras horas de receso en la Comisión de Hacienda y una negociación in extremis que se prolongó hasta casi la medianoche— un acuerdo con ERC Bildu y BNG para poder llevar el jueves al Pleno del Congreso el texto que incluye el impuesto del 15% para multinacionales que Europa nos exige aprobar, no está nada claro que esa directiva comunitaria, así como la extensión vía decreto durante 2025 de los impuestos energéticos y bancarios, vaya a salir adelante. La extrema fragilidad del Gobierno en sus apoyos parlamentarios hace indicar que, lo negociado anoche, no tendrá mucho recorrido.
Por un lado, el Pleno del Congreso debatirá y votará este próximo jueves la transposición europea con el Impuesto de Sociedades del 15% para multinacionales que Europa nos exige. Este acuerdo, que a priori contaba con el apoyo de casi todos los grupos incluido el PP, se desvaneció a última hora de la tarde después de incluir en el texto una subida fiscal para rentas superiores a los 300.000 euros. Ante esa falta de apoyo, el Gobierno tuvo que tirar de sus socios de la izquierda soberana y aún así, la falta de apoyo de Podemos o Junts en el Pleno del jueves podría echar por tierra este acuerdo ya que, sin sus votos, no contaría con una mayoría suficiente para que el Congreso convalide la puesta en marcha de este impuesto.
Pero la cosa no queda ahí porque, a cambio de poder mantener viva esta exigencia que nos pide la Comisión Europea en forma de tributo a las multinacionales, el Gobierno se comprometió con los tres socios —ERC, Bildu y BNG— a extender durante 2025 el impuesto a las energéticas y a la banca. Y lo hizo en forma de decreto, es decir, aún tiene que aprobarlo el Consejo de Ministros y, en un plazo máximo de 30 días, llevarlo al Congreso de los Diputados para su convalidación. Tampoco será nada fácil este trámite porque, de nuevo, volvemos a la falta de mayorías claras para sacarlo adelante: Podemos ya ha mostrado su rechazo a esta fórmula y es muy probable que Junts y PNV también se nieguen a su convalidación por la naturaleza del decreto acordado.
Y todo ello, tanto en la forma con en el fondo, ponen de manifiesto las débiles mayorías parlamentarias que ahora mismo sustentan al Ejecutivo. Enfrascado en vetos cruzados entre los socios, con prioridades fiscales muy distintas las que tienen unos y la que tiene otros, el Gobierno está en un callejón sin salida del que difícilmente podrá salir. Y eso que aún queda la tarea más compleja para la cuadratura del círculo: la negociación de los Presupuestos.
"Confianza, que estamos todavía a martes"
El mensaje de la portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros ha sido de confianza: "Confiar en la capacidad de negociación" del Ejecutivo para ratificar en el Pleno del Congreso parte de la reforma fiscal que aprobó el lunes de madrugada la Comisión de Hacienda, ya que "la negociación de cara a este jueves sigue abierta" y "estamos todavía a martes". Alegría señaló que "la negociación de cara a este jueves sigue abierta" y pidió "confianza". "Paso a paso", recalcó, y subrayó la "capacidad de negociación" del Gobierno para "sacar adelante los asuntos que llevamos" al Pleno de la Cámara Baja.