"Los adultos somos sus ojos": el papel clave de los padres en la recuperación emocional de los niños tras la DANA

Madrid

Han pasado más de 20 días desde que la DANA azotó la Comunitat Valenciana y los efectos de la tormenta siguen dejando huellas profundas en la vida de miles de afectados. En Aldaia, un municipio de 32.000 habitantes, la situación sigue siendo dramática. Rosa María Viera, vecina de la localidad, ha perdido su negocio, un despacho de abogados, que quedó completamente inundado y cubierto de barro. "Entre nosotros los voluntarios, tenemos que agradecerlo en el alma porque si no hubiera sido por ellos estaríamos anegados, enfangaos todavía hasta arriba, que todavía hay muchas zonas que lo están, muchos garajes que tienen barro hasta arriba, los coches dentro de los garajes, el olor tremendo, desagradable", ha comentado.

"Todo el mundo se pregunta si esto lo van a arreglar o no lo van a arreglar. Están todos los negocios cerrados, en la zona de mi despacho no hay ningún negocio que pueda abrir porque estamos tirando paredes, llegó metro y medio de agua y de barro", ha añadido Viera. La limpieza de los escombros, coches empotrados y las calles inundadas continúan siendo tareas pendientes. En muchas zonas aún se pueden ver los restos de la tormenta. "Ayer mismo bajé a un garaje de 400 plazas y te llega más arriba de los tobillos el barro, un olor a podrido y unos 200 coches dentro sin sacar", ha explicado.

La situación es especialmente difícil para los más vulnerables, como los vecinos mayores que no pueden salir a comprar. "La mayoría de vecinos han perdido los coches, las motos, alguno sigue dentro de los garajes, evidentemente eso ya no tiene reparación, pero ni siquiera pueden sacar el coche y que se lo lleven para tramitar las ayudas, otros no han localizado el coche", decía.

Sin embargo, los vecinos no se han quedado de brazos cruzados. Organizados en grupos, se ayudan entre sí, llevando comida caliente, garrafas de agua y otros suministros a las personas más necesitadas, pero las calles siguen siendo un desafío. "Ahora mismo me asomo a la ventana y hay siete coches cruzando la mediana y tenemos que pasar por ahí, esquivando coches llenos de barro y rotos", ha señalado Viera.

A pesar de los esfuerzos de los vecinos, las instituciones siguen sin ofrecer una respuesta eficiente. "Ayer estaban unos militares en el mercado, que han abierto unos cuatro o cinco puestos y estaban en el sótano sacando cosas, pero llegaron ayer. Yo el día 12 los vi enfrente de mi despacho parados, sin hacer nada, porque no tenían órdenes de lo que tenían que hacer. No hemos tenido ayuda de nada, ni nadie nos ha llamado como afectados ofreciendo ayuda", ha finalizado.

La infancia, la más vulnerable

En el marco de la conmemoración del Día Mundial de la Infancia, el 20 de noviembre, se pone en evidencia la vulnerabilidad de los niños ante las crisis climáticas. La situación en la Comunitat Valenciana, tras la DANA de finales de octubre, demuestra cómo los más pequeños son los más afectados en este tipo de tragedias.

Verónica Collado, psicóloga de Save the Children, que ha estado trabajando desde el inicio de la crisis en la zona de La Torre, una de las áreas más impactadas, ha explicado cómo la infancia ha mostrado signos claros de estrés postraumático. "Si nos fijamos en números, la mayor vulnerabilidad a tener un trastorno de estrés postraumático, que se desarrolla con posterioridad al evento, es en niños y ancianos. Pese a esa elasticidad, ellos no tienen los recursos que tenemos nosotros, ni nuestra experiencia. Habrá muchísima regresión, volver a dormir con los padres, mojar la cama, buscar apego excesivo, una vinculación ansiosa, miedo a la lluvia, a la tormenta...", ha explicado Collado.

El trabajo de los profesionales de la salud mental, como la psicóloga Verónica Collado, se ha centrado en proporcionar apoyo emocional a las familias afectadas por la DANA. "Los adultos podemos hacer mucho, porque al final somos sus ojos, ellos ahora mismo lo que ven y lo que observan es a través de nosotros mismos, y lo que les transmitamos es ese permiso que les damos a ellos para poder comunicar o transmitir", ha señalado.

La importancia de que los niños regresen a la escuela lo antes posible es fundamental para su recuperación emocional. "Lo recomendable, es la parte de observar, escuchar y sobre todo conectar, conectar cuando nos ofrecen ese espacio y nos dan esa información. Es importante dar esa información dependiendo del ciclo vital", ha añadido la experta.

El impacto emocional en los niños es considerable, y los síntomas varían según la personalidad y la resiliencia de cada uno. Collado ha descrito cómo algunos niños han mostrado claros signos de ansiedad y estrés, como "ataques de ansiedad, otros vomitando", debido a la intensidad del trauma vivido. "Cada uno de ellos tiene una vulnerabilidad o unas experiencias, entonces cada uno lo lleva de una manera", ha explicado. A pesar de la diversidad de reacciones, es fundamental proporcionarles un espacio de validación emocional. "De forma global es importante darles validación emocional y que se permita hablar de esto, que no se disminuya el dolor", ha finalizado Collado.