La DANA destrozó su taller, hicieron un crowdfunding a cambio de descuentos y el apoyo ha sido abrumador

Madrid

La pequeña localidad de Beniparrell, con menos de 2.000 habitantes, ha sido escenario de un difícil proceso de recuperación para Restaurometal, una empresa familiar dedicada a la restauración de piezas de motos, que ha quedado gravemente afectada por las lluvias de la DANA. El taller sufrió daños devastadores cuando un metro y medio de agua inundó sus instalaciones, arrasando con maquinaria, material y estanterías.

Alejandro Roig, dueño de Restaurometal, ha recordado en La Ventana cómo fue ese fatídico día. "Lo perdimos todo porque en el taller que tenemos entró un metro y medio de agua y quedaron todas las máquinas totalmente sumergidas e incluso las más grandes quedaron volcadas y boca abajo, material, estanterías, maquinaria pequeña, todo", ha relatado.

Roig y su padre no se encontraban en el taller en ese momento, lo que les permitió evitar una tragedia. "Afortunadamente no estábamos dentro, porque aquí llegó sobre las siete y media más o menos y a esas horas ya no estamos nosotros por el taller", ha añadido.

Tres semanas después de la catástrofe, el taller sigue siendo un caos, aunque poco a poco la familia y sus amigos han logrado despejar los escombros. "Es una empresa muy pequeña, familiar, estamos solo mi padre y yo, y con ayuda de amigos, familiares y conocidos estuvimos limpiando estas dos semanas y ahora mismo ya no queda nada de barro, por fin hemos limpiado todo", ha explicado Roig.

"Muy pocos nos han pedido el descuento que ofrecimos"

A pesar de los severos daños materiales, la familia Roig ha logrado sobreponerse gracias a un apoyo inesperado. "Nosotros queríamos devolver a la gente de alguna forma la ayuda que nos están dando y pensamos en, una vez que abriésemos, devolverles un pequeño porcentaje de descuento en futuros trabajos", ha explicado Roig sobre la campaña de crowdfunding que lanzaron para recaudar fondos.

"La verdad es que todas las donaciones que habrán sido más de 150, 200 donaciones en total, escasas 10, 15 personas son las que han querido ese beneficio de porcentaje de descuento, todas las demás las han hecho a fondo perdido, sin ningún problema. Hay gente que no ha podido hacer la donación y nos ha dicho: 'Esta factura que tenemos pendiente no os la cobramos'".

El apoyo ha sido abrumador, y no solo desde su comunidad local. "Gracias al crowdfunding hemos podido recibir la primera cantidad económica que nos ha dado para comprar las primeras máquinas y poco a poco poder ir supliendo las que están para tirar", ha destacado. Muchas de estas donaciones llegaron de clientes europeos, especialmente de aquellos a quienes Restaurometal ha servido en el mundo del trial. "No pensábamos que íbamos a tener esta respuesta cuando pusimos el crowdfunding, teníamos tanta saturación en la cabeza que en ningún momento se nos pasó la idea de hacer eso, y fueron nuestros clientes los que nos decían: 'Tenéis que hacer algo, algún tipo de recaudación, si podemos ayudaros de cualquier forma...'. Ahí fue cuando nos pusimos a investigar un poco y empezar a moverlo", decía.

Restaurometal ha sido más que un negocio para la familia Roig, es una tradición que comenzó con el abuelo de Alejandro Roig, Rafa Roig, quien comenzó a trabajar como pulidor en un pequeño taller en Guillem d'Anglesola, Valencia, restaurando candelabros, lámparas de araña y relojes. "Mi abuelo era pulidor, trabajaba en un pequeño taller y enseñó el oficio a mi padre, y poco a poco mi padre fue espabilando y modernizándolo un poco. Mi padre lleva toda la vida, ahora mismo tiene 62 años, conoce todos los procesos que pueden hacer las piezas metálicas y eso ha ido de generación en generación hasta que me lo inculcaron a mí", ha comentado.

Con el taller prácticamente limpio y con la esperanza de que los fondos recaudados permitan la compra de las primeras máquinas, la familia Roig se prepara para la reapertura. "Tenemos previsto, si todo va bien, abrir a mediados de diciembre, no sé si a pleno rendimiento, pero empezar a abrir", ha asegurado.

En el pueblo de Beniparrell, que ha sufrido los efectos de las lluvias, las autoridades locales continúan trabajando para despejar las principales carreteras. Sin embargo, Alejandro observa que algunas zonas menos transitadas siguen olvidadas. "Poco a poco vamos viendo que se están centrando en despejar zonas y las carreteras principales, por así decirlo, del polígono, quedan un poco olvidadas las calles más pequeñas", ha finalizado.