Merkel admite haber pedido consejo al papa Francisco cuando Trump asumió por primera vez la presidencia de EEUU
La excanciller alemana defiende en sus memorias su política hacia Rusia y Ucrania
Berlín
Gobernó Alemania durante 16 años y sus decisiones influyeron decisivamente en la configuración del presente orden internacional. La ex canciller alemana Angela Merkel reivindica su legado, en plena revisión crítica del mismo, en un libro de memorias que saldrá a la luz el próximo martes y de las que el periódico Die Zeit publica en exclusiva un extracto.
Merkel explica en su autobiografía que en la crucial cumbre de la OTAN de 2008 celebrada en Bucarest intentó frustrar el deseo de Ucrania de unirse rápidamente a la Alianza Atlántica porque entonces ya temía una respuesta militar de Rusia. “La aceptación de un nuevo miembro no sólo debería aportarle más seguridad a él, sino también a la OTAN". Ella veía riesgos debido a la presencia, garantizada por contrato, de la flota rusa del Mar Negro en la península ucraniana de Crimea. "Ninguno de los candidatos a la adhesión a la OTAN había tenido nunca una relación tan estrecha con las estructuras militares rusas. Además, en aquel momento sólo una minoría de la población ucraniana apoyaba la membresía del país en la Alianza", recuerda.
“Pensé que era una ilusión suponer que el estatus MAP (candidato a la adhesión) habría dado a Ucrania y Georgia protección contra la agresión de Putin, que este estatus habría tenido un efecto tan disuasorio que Putin habría aceptado pasivamente los acontecimientos. En caso de emergencia, habría sido concebible que los Estados miembros de la OTAN hubieran respondido militarmente, con material y tropas, y ¿habría sido concebible que yo, como canciller, hubiera pedido tal mandato al Bundestag (Parlamento) alemán?”, reflexiona la ex canciller. Recuerda que al final se llegó a una solución de compromiso, que, evidentemente, tuvo su precio. “El hecho de que Georgia y Ucrania no recibieran una promesa de estatus en el MAP fue un ‘no’ a sus esperanzas. El hecho de que la OTAN les prometiera simultáneamente un compromiso general con su membresía fue para el presidente ruso, Vladimir Putin, un ‘sí’ a la adhesión de ambos países en la OTAN, una declaración de guerra”.
La fascinación de Trump por Putin y otros políticos con rasgos dictatoriales
La política cristiano demócrata describe en el libro encuentros memorables con el entonces y futuro presidente estadounidense, Donald Trump, o el presidente ruso, Vladimir Putin, así como con su antecesor del Partido Socialdemócrata en la Cancillería, Gerhard Schröder. Sobre Donald Trump, describe su primera reunión con él, recién elegido en 2017, en el Despacho Oval de la Casa Blanca. Él le preguntó sobre su relación con Putin. "Evidentemente estaba muy fascinado por el presidente ruso. En los años siguientes tuve la impresión de que le hechizaban los políticos con rasgos autocráticos y dictatoriales", escribe la ex canciller. Tampoco olvida la difícil rueda de prensa que ambos dieron a continuación. El presidente de Estados Unidos no se ahorró reproches para Alemania y ella respondió con hechos y cifras. “Hablamos en dos niveles diferentes. Trump en el nivel emocional, yo en el nivel fáctico... Una solución a los problemas planteados no parecía ser su objetivo”, recuerda.
Trump ve todo “desde la perspectiva del empresario inmobiliario que quiere ser dueño de una propiedad”. Para él, según Merkel, “todos los países competían entre sí, así que el éxito de uno era el fracaso del otro. No creía que la prosperidad de todos pudiera aumentar mediante la cooperación”.
Consejos del papa Francisco
En su audiencia privada con el papa Francisco unos meses después, Merkel —de religión protestante— le compartió su preocupación por que Estados Unidos se retirara del Acuerdo Climático de París bajo el mandato de Trump. “Sin dar nombres, le pregunté cómo lidiaría con opiniones fundamentalmente diferentes en un grupo de personalidades importantes”: “Me entendió enseguida y me contestó sin rodeos: "Dobla, dobla, dobla, pero asegúrate de que no se rompa”. A Merkel le gustó esa imagen.
La canciller también recuerda una legendaria aparición con Gerhard Schörder en 2005 en el debate televisivo de la noche de las elecciones, al poco de cerrarse los colegios electorales y cuando las encuestas daban como ganadora a Merkel. El canciller del Partido Socialdemócrata (SPD), Schröder, se negó a reconocer su derrota y predijo en tono duro que su partido nunca la ayudaría a llegar a la Cancillería como socio de coalición. “Yo misma me senté allí como si ni siquiera formara parte de todo aquello, sino como si estuviera viendo la escena en casa frente al televisor. Me repetía a mí misma: no te enzarces con los demás, porque entonces tú también empezarás a pasarte de la raya”, rememora. "Era plenamente consciente de que estaba viviendo algo especial, pero todo sucedía de forma más bien inconsciente. Dudaba mucho que Gerhard Schröder se hubiera comportado de la misma manera con un hombre”.
La autobiografía titulada Libertad: Memorias 1954-2021 se publicará el 26 de noviembre de 2024 simultáneamente en 30 países, entre ellos España. Esa misma fecha, la ex canciller presentará oficialmente la obra en el Deutsches Theater de Berlín.