La NASA ofrece tres millones de dólares por resolver este problema espacial

En un momento en el que la NASA se está preparando para poder establecer la presencia humana en la Luna y en sus alrededores a través de las misiones Artemis, la organización se ha topado con un problema que no es capaz de resolver. "¿Qué se necesita para hacer de una base lunar un lugar limpio y verde?", ha comenzado el vídeo promocional creado por la propia organización.

La Luna no tiene contenedores y el espacio es limitado, por lo que la acumulación de demasiada basura es algo inevitable. O no. Este es el marco en el que se ha creado el reto Luna Recycle, que otorgará tres millones de dólares (unos 2,9 millones de euros) a quien consiga dar con una solución adecuada para hacer frente a este problema concreto. "Aquí es donde entráis vosotros".

Así lo ha confirmado la propia NASA, que a raíz de esta competición pretende dar con una solución eficaz para convertir los desperdicios que se acumulen en el satélite en algo de provecho para los astronautas, ya que en un espacio tan reducido se tiene que hacer uso de todo lo que haya disponible. Asimismo, el reto está abierto para cualquier persona del mundo.

"La competición está centrada en el diseño y desarrollo de las soluciones de reciclaje que puedan reducir los desperdicios y mejoren la sostenibilidad en las misiones lunares de larga estancia", ha explicado la propia organización en su página web, donde también ha sentado las bases del reto. "La NASA está buscando inventores, emprendedores, estudiantes y visionarios de todo el mundo".

Todos estos innovadores tendrán que "crear una tecnología de reciclaje que pese poco y que tenga poco impacto medioambiental", ha explicado la citada organización, que necesita que este diseño sea útil para seguir avanzando en la ciencia y en la exploración del espacio. "Juntos, hagamos que la basura de un astronauta sea el tesoro de otro", concluía este vídeo.

Las bases de la competición

El reto Luna Recycle se divide en dos fases muy diferenciadas. Así, la competición comienza con este primer paso, donde los llamados "innovadores" podrán participar en dos pistas distintas. En concreto, se trata del Digital Twin y el Prototype Build. En la primera, los contendientes podrán enviar simulaciones del sistema de reciclaje que pretenden inventar, usando los parámetros del mundo real. Por su parte, en la segunda pista se diseñará el invento.

La fecha límite para entregar los dos proyectos de esta primera fase es el 31 de marzo de 2025, y los ganadores (que se anunciarán en mayo) contarán con un premio en metálico de un millón de dólares (400.000 por la simulación y el restante por el diseño). A partir de entonces, los inventos que más se adecúen a los requisitos de la NASA pasarán a la segunda fase, que dependerá "de la aparición de propuestas prometedoras en la fase uno", y que viene acompañada de un premio de dos millones de dólares.

Finalmente, la NASA tendrá en cuenta a los tres mejores inventos que hayan seguido todos los requisitos necesarios publicados en su página web y que hayan realizado el proceso correctamente. Estos tres equipos serán los reconocidos ganadores al final de la competición Luna Recycle.