Los misiles

Barcelona

Cada época tiene su manera de aniquilar. Ahora lo hacemos con misiles. Contra las maneras de matar, Rosendo defendió las maneras de vivir. Pero los rockeros siempre se quedan solos. Un rockero es un profeta, que, en vez de estar en la columna, se sube a un ampli. Ya nadie les hace caso, ni a los viejos rockeros, ni a los viejos profetas. Nunca se ha escuchado a la gente que lleva el pelo largo. Con el pelo, pasa como con los bolis Bic, que están el fino y el normal. Todo lo que escribimos está cogido por los pelos. Pero, volvamos a la política. ¿Han oído las noticias de la guerra en Ucrania? Por eso he vuelto a cruzar los dedos, para que haya suerte. Ahora da miedo poner la radio. Antiguamente, en las canciones de Tequila, uno ponía la radio y salía Bob Dylan cantando. Se sabe que viene una guerra, porque alguien dice “misiles”. El misil es el símbolo de nuestra época, como los arqueros simbolizaban la Asiria de Asurbanipal, y las lanzas han simbolizado la España de Flandes. Se ve en el cuadro de Velázquez. Una canción más y ya paro, lo prometo. Los boomers hemos tomado nuestro nombre del ruido de las bombas. La generación boomer nace con la crisis de los misiles, del 62, que nos puso al borde de la guerra nuclear. Lo vieron claro en Derribos Arias cuando cantaron Misiles hacia Cuba, esta es la canción que les decía. Cuando la sacaron, todo eso había pasado hacía mucho. Pero una profecía siempre habla en clave. Porque las canciones no se refieren al pasado, sino que crean símbolos. Lo comprobamos una noche, en la primera guerra que se retransmitió en directo por la tele. Fue aquella lluvia de misiles tras la invasión de Kuwait. No se veía nada, sólo el trazo blanco de los proyectiles. Malos tiempos para la lírica. Otra canción. Menos mal que nos quedan las canciones.