McGregor pierde su batalla legal por agresión sexual: está obligado a indemnizar a la mujer que lo denunció
El Tribunal Superior de Dublín ha fallado a favor de la denunciante, quien presentó diversas heridas tras su encuentro con el luchador en 2018
El luchador irlandés Conor McGregor deberá indemnizar con una suma significativa de dinero a la mujer que le acusó de violación, según decidió este viernes un jurado compuesto por ocho mujeres y cuatro hombres en el Tribunal Superior de Dublín. Con este veredicto, el jurado ratificó la versión de Nikita Hands, de 35 años, en la demanda civil presentada contra McGregor y James Lawrence, amigo de la estrella de las artes marciales mixtas y quien ha resultado exculpado del incidente ocurrido en un hotel de Dublín en diciembre de 2018.
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Los representantes legales de la demandante han pedido como indemnización 750.000 euros para realojar a su clienta, quien dejó la casa que había comprado con su entonces pareja tras el incidente, así como un millón de euros por la pérdida de ingresos tras abandonar su trabajo en el salón de belleza por motivos de salud mental. El jurado, sin embargo, ha decretado para la estrella de la MMA una sanción próxima a los 250.000€ por daños y perjuicios después de más de seis horas de deliberación.
Tanto McGregor como Lawrense fueron demandados por agresión sexual durante una fiesta en Dublín en 2018. Y aunque el jurado determinó que Lawrence no agredió a Nikita Hands, McGregor abandonó el tribunal en medio de una gran multitud de periodistas sin hacer comentarios y más tarde publicó en X que planeaba apelar la decisión.
Los hechos denunciados
McGregor, de 36 años, negó previamente la acusación y dijo que había tenido "relaciones sexuales totalmente consentidas" con Hand. También negó haber causado hematomas a la demandante. Aun así, el abogado de la demandante dijo al jurado que, cuando la derivaron a una unidad de tratamiento de agresiones sexuales el día después de la supuesta agresión, un médico estaba tan preocupado que ordenó que se tomaran fotografías de sus heridas.
Hands dijo que ella y un amigo se pusieron en contacto con McGregor, a quien conocía, después de una fiesta de Navidad del trabajo. Según esta versión, McGregor los llevó a una fiesta en un ático de un hotel del sur de Dublín donde se consumían drogas y alcohol. Fue entonces cuando supuestamente el luchador le llevó a una habitación en el ático donde tuvo lugar la agresión.
Hablando fuera del tribunal, Hands dijo que estaba abrumada por el apoyo que había recibido y que se sentía reivindicada. "A todas las víctimas de agresión sexual, espero que mi historia les sirva de recordatorio de que, sin importar cuánto miedo puedan tener, deben hablar, tienen voz y seguir luchando por la justicia", comentó.