Leclerc explota al ser adelantado por Sainz: "¡Probad a decírselo en español!"

Madrid

Este domingo ha tenido lugar el Gran Premio de Las Vegas, un fin de semana con la vista puesta en Max Verstappen (Red Bull), quien este domingo ha conseguido su cuarto Mundial consecutivo a falta de dos carreras para el final del campeonato. El neerlandés ha conseguido el quinto puesto en esta carrera, lo que le ha valido para terminar la batalla por el título con Lando Norris (McLaren), que ha quedado sexto, muy lejos del piloto de Red Bull.

Un alirón que ha empañado un poco el dominio de Mercedes durante todo el fin de semana, que ha conseguido un doblete con George Russell (Mercedes) en primer lugar y Lewis Hamilton (Mercedes) en segundo, mientras que el podio lo ha completado el español Carlos Sainz (Ferrari), y como viene siendo habitual, con el enfado de Charles Leclerc incluido.

El monegasco se ha quedado fuera del podio y eso no le ha sentado bien. En un momento confuso, con el madrileño por detrás de su compañero, pero con un ritmo muy superior, los ingenieros le han dicho por radio a Leclerc que le habían dicho a Sainz que no le pusiera "bajo presión" para que así solo se tuviera que preocupar por los neumáticos. Muy enfadado, el monegasco ha respondido a su ingeniero: "¡Prueba a decírselo en español!" Y esto solo ha sido el principio.

En la vuelta 27, Sainz, que marchaba tercero en ese momento y que estaba sufriendo con unas gomas muy deterioradas, ha pedido por radio entrar al Pit-Lane para dar vía libre a Charles y cubrirse de un posible 'undercut'. Cuando estaba a punto de entrar a boxes, por radio le han dicho que los mecánicos no estaban preparados, lo que provocó el enfado de Sainz con su equipo, y también el de Leclerc, quien ha tenido que permanecer en pista hasta la vuelta 32.

Al final de la carrera, el monegasco ha dejado el micrófono abierto y ha estallado contra su compañero por la radio: "Sí, hice mi trabajo, pero ser amable me jode todo el tiempo, todo el tiempo. Ni siquiera es ser amable, es ser respetuoso. Sé que necesito callarme, pero siempre es lo mismo. ¡Oh Dios mío!", aseguraba Leclerc. Una temporada marcada por la rivalidad entre ambos pilotos, que no compartirán equipo la siguiente temporada, en la que Sainz ocupará uno de los coches del equipo Williams en la parrilla.