"No busco una disculpa, pero sí tendría una conversación": Materazzi abre la puerta al diálogo con Zidane por su 'cabezazo'
La final del Mundial de 2006, donde Italia se proclamó Campeona del Mundo, tuvo acciones que quedarán para la historia
Un Mundial es un evento que alcanza audiencias estratosféricas. Su final, aún más. Un partido con una trascendencia mayor, del que se recuerdan detalles y hechos que destacan sobre el resto, ya sea por el valor sentimental, por su relevancia en el encuentro, por su toque extradeportivo...
Algo que sucedió y queda corroborado desde entonces en aquella final del Mundial e 2006 entre Francia e Italia. Una final que sucedió hace 18 años y que aún da mucho de que hablar. Una final digna de la competición, con tensión, emoción y detalles que hicieron de este partido, histórico.
Aquella final comenzó con goles muy tempraneros. En Francia, Zidane adelantó a la selección 'gala' y, después, Materazzi igualaría el marcador para la 'Azzurra'. Tras ambos tantos, el luminoso no se movería hasta la tanda de penaltis, donde salió campeona Italia.
Sin embargo, al margen del resultado, una jugada relevante. Una acción que, probablemente, todo el mundo tenga en mente con la que Zidane terminó su carrera como futbolista profesional. Un cabezazo al propio Materazzi que le costó la expulsión por roja directa. Un acto que, 18 años después, sigue dando que hablar por unas declaraciones del italiano sobre el exentrenador del Real Madrid.
La leyenda italiana ha dejado claro en 'Lucky Block' que no mantiene ningún tipo de "relación" con Zidane, pero no es una cuestión del cabezazo: "No he hablado con Zinedine Zidane desde ese día, nunca había hablado con él antes y no he hablado con él después". Pese a ello, no cierra la puerta a una futura conversación: "Es una leyenda del juego, y tengo mucho respeto por él como jugador y entrenador. No busco una disculpa, pero sí tendría una conversación con él ahora que han pasado tantos años. No habría ningún problema".
La petición de Materazzi no ha tenido respuesta del francés, que en su momento sí se disculpó con el italiano. "Fue un gesto inexcusable, y a ellos y a las personas en educación cuyo trabajo es mostrar a los niños lo que deben y no deben hacer, quiero pedir disculpas", manifestó Zidane hace unos años.
Si ambas declaraciones se unen y culminan con esa "conversación" que pretende el italiano, el cabezazo más famoso tendría el mejor final posible, con un cierre a lo que sucedió en la noche del 9 de julio de 2006.