Bob Pop: "Pablo Motos ya no es el dueño del balón en el patio, nos va a tener que dejar jugar a los demás"

Madrid

Antes de atender a los problemas de los oyentes en su sección de todos los lunes, Bob Pop ha comentado el problema que ocupó tantos titulares la semana pasada: lo ocurrido en La Revuelta a cuenta de la cancelación a última hora de la entrevista con el campeón del mundo de moto GP Jorge Martín por presiones de la producción de El Hormiguero de Pablo Motos.

Para Bob, si la reacción de David Broncano se hizo viral fue porque "contenía varios elementos". "No se limitó a hacer esta confesión, sino que la aliñaron con gran televisión: los 20 minutos de una berrea de ciervos. Y demostró por qué tiene sentido que programas como el de Broncano estén en la tele pública, que tiene que ser el espacio más libre. Y el espacio que rompa las reglas de otras teles que solo hacen negocio. Vimos en la tele pública algo muy honesto, la verdad".

Ha contado además ("porque soy muy atrevida") que cuando trabajaba con Andreu Buenafuente en Late Motiv vivieron ese tipo de situaciones muchas veces y fueron víctimas de ellas. "Invitados que habían confirmado y que esa misma mañana decían que no podían llegar. ¿Qué pasaba? Pues que en Movistar no nos dejaban hablar de esto porque Movistar y Atresmedia se hacen ojitos. Por eso Broncano no lo había contado en La Resistencia", ha indicado el colaborador de Hoy por Hoy.

Era evidente que en la profesión esto era un "runrún". El problema de Motos, como ha comentado Àngels, es que ha tenido una audiencia millonaria desde hace muchos años, de forma que es muy difícil resistirse a ir cuando un artista está de promoción. Bob advierte de que "cuando firmas un contrato de promoción, no suelen estar especificados los lugares a los que tienes que ir. No se firma ir a El Hormiguero, a no ser que sean casos muy puntuales. Por otro lado, a partir de ahora, ¿sigue teniendo prestigio ir a El Hormiguero a vender tu moto? A lo mejor te resta: fíjate, está tan desesperado por vender su moto que va hasta a El Hormiguero".

Bob ha trazado un cierto paralelismo entre lo que ha sucedido y un libro que se acaba de leer, La viralidad del mal, del colectivo de Proyecto UNA, donde se explica que las redes no son un ágora, una plaza pública, sino un centro comercial donde nos quieren vender cosas. No es un lugar de libertad y de expresión. "Pero sobre todo me ha gustado," explica Bob, "porque enseña a luchar contra el derrotismo, contra asumir que no hay nada que podamos hacer". Nos explica, según Bob, cómo cambiarle el algoritmo a nuestro sistema, qué código libre introducir para que vuelva a haber esperanza y cómo hacer que las redes vuelvan a ser propiedad de los usuarios. "Podemos ser cooperativistas de redes y crear espacios donde hablar sin que nos lo mande el millonario de turno. Y tiene que ver con lo de Motos porque asumíamos que teníamos que callarnos ante estas prácticas porque él era el dueño del balón en el patio. Y no es el dueño del balón. Nos va a tener que dejar jugar a los demás", ha sentenciado el escritor.