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Cine y TV

El camino cinematográfico de baldosas amarillas

Este pasado fin de semana ha llegado a las carteleras españolas Wicked, un musical de fantasía protagonizado por Ariana Grande que gira en torno a las brujas del mundo de Oz. Wicked no se basa directamente en El Mago de Oz o en sus continuaciones, sino en una novela escrita en 1995 por Gregory Maguire que en 2003 fue adaptada como musical de Broadway.

L to R: Cynthia Erivo is Elphaba and Ariana Grande is Glinda in WICKED, directed by Jon M. Chu / Universal Pictures

El maravilloso mago de Oz, escrito en 1900 por Frank Baum, es uno de los libros infantiles más editados en todo el mundo, traducido a decenas de idiomas. Fue el primer libro de cuentos infantiles con personajes y lugares típicos de los Estados Unidos, ya que hasta entonces los cuentos solían describir paisajes y personajes europeos. Rompió también con el tópico de la princesa en apuros. Aquí, es la niña protagonista, Dorothy o Dorita, la que ayuda a los otros personajes y no al revés, a la vez que busca la manera de regresar a casa. El éxito que tuvo El maravilloso mago de Oz hizo que en los años siguientes Frank Baum publicara trece libros más sobre la tierra de Oz. Un mundo que ha sido llevado al teatro infinidad de veces y adaptado en numerosas series televisivas, películas de animación para televisión y telefilmes, por ejemplo, El soñador de Oz, una película para televisión del año 1990 que narraba la vida del escritor Frank Baum. Las series y miniseries televisivas sobre el mundo fantástico que creó, continúan en este siglo con títulos como Tin man, Las brujas de Oz o la más reciente Emerald City, la leyenda de Oz, que adaptaba la historia que todos conocemos a otras realidades.

Durante la etapa del cine mudo se hicieron hasta cinco películas basadas en el mundo de Oz. Una de ellas fue Tomasín en el reino de Oz protagonizada por el actor cómico Larry Semon, conocido en España como Tomasín, y en la que también actuaba Oliver Hardy antes de formar pareja con Stan Laurel. Pero sería en 1939 cuando la obra de Frank Baum luciría en la gran pantalla en todo su esplendor. La Metro había comprado los derechos del libro para convertirlo en un musical a todo color y Judy Garland fue la encargada de viajar a aquella tierra de fantasía. El mago de Oz dirigida en 1939 por Victor Fleming es uno de los grandes clásicos de la historia del cine y sin duda la mejor de todas las películas que se han hecho sobre el mundo de Oz.

Durante años se habló de hacer una secuela, pero ésta no llegó hasta 1974 y en forma de película de animación. En Regreso al maravilloso mundo de Oz, Dorita volvía al lugar en que había dejado a sus amigos. Esta película fracasó en los cines, aunque tuvo una vida mucho más exitosa en televisión y su principal atractivo residía en que la voz del personaje de la niña la ponía Liza Minnelli, la hija de Judy Garland, que también cantaba varias canciones.

En los años 70 también, se presentó con gran éxito en Broadway el musical The Wizz, El mago, protagonizado por actores afroamericanos y con canciones góspel, funk, soul y rhythm and blues. La Motown, la famosa discográfica ligada a cantantes y músicos de color, pensó que El mago podía ser un buen negocio también en el cine y compró los derechos para llevar ese musical a las pantallas. La película la dirigió en 1978 Sidney Lumet y como protagonista se eligió a Diana Ross, la gran estrella de la Motown. El único problema era que Diana tenía ya 35 años por lo que tuvieron que convertir el personaje de Dorothy en una solitaria maestra de niños que vive en Harlem en casa de sus tíos. El mago transcurría en un ambiente urbano y estaba protagonizada por actores de color como Richard Pryor y grandes estrellas de la música negra como Lena Horne o Michael Jackson que daba vida al espantapájaros. Pero a diferencia del musical teatral la película tuvo muy malas críticas y el público también le dio la espalda.

Tampoco tuvo éxito, ya en los años 80, la película Oz, un mundo fantástico, protagonizada por la niña Fairuza Balk, producida por la Disney y con un guion basado en La maravillosa tierra de Oz y Ozma de Oz, el segundo y tercer libro de la saga escrita por Frank Baum. La historia continuaba donde terminaba El mago de Oz. Aunque sus tíos la creían loca, Dorothy conseguía regresar a la tierra de Oz para descubrir que todo allí había cambiado. Aunque se trataba de una superproducción Oz, un mundo fantástico resultó un fracaso de taquilla en buena parte porque resultaba demasiado tétrica y terrorífica para los niños y los padres les sacaban asustados de los cines cuando veían a Dorothy a punto de ser sometida a una sesión de electroshock o a una malvada bruja que coleccionaba cabezas humanas.

Con un título muy parecido a la anterior y también producida por la Disney, en 2013 se estrenó Oz un mundo de fantasía, dirigida por Sam Raimi. James Franco daba vida a un mago de poca monta al que un tornado también transportaba al país de Oz. Allí el mago se veía involucrado en la guerra entre la bruja buena, Glinda, y las dos brujas malas, Theodora y Evanora. Oz, un mundo de fantasía se ubica alrededor de 20 años antes que El mago de Oz, y es por lo tanto una precuela. El guion no se basa en ninguno de los libros de Baum sino que se trata de una historia original.

Por último, podíamos citar la influencia que El mago de Oz ha tenido en otras películas como Zardoz, Matrix, La guerra de las galaxias o ésta otra o Corazón salvaje de David Lynch. En realidad, varias de las películas del director están salpicadas de referencias a la película de Judy Garland, pero es en ésta donde aparece de forma más clara.

El mundo de Oz ha dado bastante juego en el cine y la cosa sigue. Sus personajes vuelven ahora a las pantallas con el estreno de Wicked, parte uno y continuará el año que viene cuando se estrene la segunda parte. Y es que las nuevas generaciones merecen la oportunidad de ver en pantalla grande ese mundo mágico y sorprendente que el escritor Frank Baum creó hace casi 125 años y que ha hecho felices a tanta gente.

Antonio Martínez

Lleva más de 30 años en la SER hablando de cine...