Enfado en el PSOE por la decisión de Lobato de llevar a una notaría los mensajes de Moncloa sobre el novio de Ayuso

La guerra entre Ferraz y Lobato ha explotado a solo cuatro días del congreso federal del PSOE. Según señalan fuentes socialistas a la Cadena SER, en Ferraz hay mucho enfado por la decisión del líder madrileño, Juan Lobato, de llevar ante notario y sin informar a nadie los mensajes sobre el novio de Ayuso que recibió en marzo desde Moncloa de la que fuera jefa de gabinete de Óscar López, Pilar Sánchez Acera. La filtración de ese correo en el que el novio de la presidenta madrileña confesaba fraude fiscal ha terminado con el fiscal general del Estado imputado y señalado por la Guardia Civil y con el propio Lobato citado como testigo este mismo viernes, justo el día en que empezará en Sevilla el Congreso del PSOE. Tanto es así, que hay dirigentes del PSOE que en privado aseguran que Lobato no está en condiciones de a encabezar la delegación del PSOE madrileño este fin de semana en Sevilla: «Hay un clamor de indignación interna», aseguran. Además, repiten varias fuentes que no entienden por qué acudió a un notario, aunque algunos consultados sí asumen que su movimiento tiene que ver que con el pulso que Lobato mantiene desde hace meses con la dirección federal para conservar el liderazgo del PSOE de Madrid. Creen que podría ser un intento de blindarse y empoderarse frente al candidato que impulse Ferraz. El último nombre que ha trascendido como posible rival de Lobato es precisamente el del actual ministro Óscar López. En todo caso, lo que está claro es que las tensiones con Lobato están enturbiando la previa del congreso, en un momento en el que los socialistas llegaban ya con la moral tocada por las acusaciones del comisionista Víctor de Aldama. En el PSOE sí hay cierre de filas sobre este asunto, todos insisten en que todo es mentira, pero nadie niega la sacudida que esto ha supuesto para los socialistas a las puertas de su congreso. Fuentes de la dirección federal del PSOE aseguran que ellos no quieren mover ficha para evitar que se repita lo sucedido hace nueve años, cuando Ferraz destituyó a Tomás Gómez y creó una gestora. Dejan cualquier maniobra de presión en manos del Partido Socialista en Madrid, y una parte de este empieza a revolverse contra Lobato. Un alto cargo define como un «disparate» y como «gravísimo» haber registrado ante notario la conversación con Pilar Sánchez Acera. Una «deslealtad al Gobierno y al partido», dice otra fuente socialista, que considera que Lobato ha arrastrado a todo el partido con un movimiento que. según dice, es difícil de entender. Lo más digno, coinciden varias voces, es que Lobato renuncie antes del viernes, antes del Congreso Federal en Sevilla. En estas condiciones no puede encabezar la delegación madrileña, concluyen. El sector crítico asegura que Lobato se ha quedado solo. Y, de hecho, cargos de su confianza y leales al todavía Secretario General consideran que es difícil que aguante políticamente hasta el viernes. Lobato ha sido llamado a declarar como testigo en el Tribunal Supremo tras la noticia publicada por ABC de que la jefa de gabinete del ahora ministro Óscar López mandó a Lobato la confesión de Alberto González Amador -pareja de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso,- para que la usara en la Asamblea de Madrid, pero Lobato se negó y «Presidencia lo filtró a los medios y él ha depositado los mensajes en una notaría». El citado medio señala que esa misma mañana, antes de que comenzara el pleno, Pilar Sánchez Acera, la jefa de gabinete de Óscar López (ahora ministro, pero entonces jefe de gabinete de Sánchez), envía a Lobato por WhatsApp el correo electrónico para que lo use en el debate en la Asamblea. ABC asegura que en un primer momento Lobato se niega a usar el correo electrónico porque no es un documento público. Pero el propio Lobato ha dado hoy otra versión: asegura que cuando Sánchez Acera le envía el correo electrónico él pregunta de dónde sale y ella le responde que «de los medios». Esto ocurrió en marzo. Y a principios de noviembre, casi siete meses después, Lobato acudió a la notaría para que quedara registro de la conversación que mantuvo con Sánchez Acera. Aquí las versiones de Lobato y ABC sí coinciden. Lobato acudió al notario poco después de que el Supremo imputara al Fiscal General del Estado y a la Fiscal Superior de Madrid por la filtración del correo electrónico que él mismo tenía en su WhatsApp desde marzo para poder defenderse en caso de que alguien intentara implicarlo en la filtración del documento. De hecho, el instructor explica que acuerda esta citación a la vista de dicha noticia en relación con los hechos delictivos que se investigan en las presentes actuaciones y la posible aportación que, de cara a su esclarecimiento, pudiera aportar. En la providencia, el magistrado indica que Lobato deberá aportar copia del acta de manifestaciones notariales que, al parecer, realizó en relación con los hechos, según la información periodística. Poco después, el secretario general de los socialistas madrileños ha desmentido que Moncloa le filtrara el documento y ha afirmado que acreditó ante notario que «ni los socialistas madrileños ni Moncloa habíamos recibido de la Fiscalía ninguna información en absoluto relativa al novio de la Sra. Ayuso». «Al revés, queda acreditado que toda la información vino de medios de comunicación», afirma un comunicado remitido por el PSOE de Madrid y compartido por el líder socialista en su cuenta de Bluesky. «No existe teoría de la conspiración como pretende explicar el PP de Madrid y la Sra. Ayuso. Lo que existen son artimañas políticas para intentar evitar que se hable del asunto central que son que este viernes declara el novio de Ayuso como imputado por dos delitos fiscales y falsedad documental», añade. El comunicado de Lobato concluye que el PSOE de Madrid está personado en la causa contra el novio de Díaz Ayuso «para garantizar que no se pierda ni un solo euro de los madrileños».