Inés Hernand, sobre la polémica Motos-Broncano: "Obviar que te hagan guarradas es algo que teníamos por válido, pero ya basta"
Obviar que te hagan guarradas si se me permite la expresión es algo que a lo mejor veníamos teniendo por válido desde un lugar del partido, como si haciendo caso omiso el bully se fuese a tranquilizar. Mirad, los bullys no tienen esa capacidad de ser sensibles al sufrimiento ajeno
Ines Hernand se pronuncia sobre la polémica Motos-Broncano
Madrid
Hace unos días presenciamos en hora de máxima audiencia en 'La 1' cómo David Broncano denunciaba que Pablo Motos llevaba años utilizando su influencia para garantizar que los invitados pasen siempre primero por su plató, tras bloquear al invitado de ese día en el programa de 'La Revuelta' y con esto, dejar al programa sin margen de reacción. Una trabajadora de la revuelta se quejaba de que su tiempo es igual de valioso que el del equipo de pablo motos y que ya está bien porque esto, aparentemente, es una práctica habitual. Facu Díaz también denunció en su momento que este tipo de represiones también las habían recibido compañeros del mundo de la comedia, refiriéndose expresamente a que se dejasen de hacer chistes con el nombre de Pablo Motos, o el propio Bob Pop que aplaudía el romper con la ley del silencio que también experimentó en la época de Movistar, viviendo presiones similares por parte de 'El Hormiguero'. ¿Por qué nos interesa hacer un debate de esto, que apriori, muchos pueden decir: jo, pues que cada uno haga su trabajo, con la de dinero que ganan? Otra vez la batalla cultural de izquierdas contra derechas, pues a mí me dan igual los dos.
Te cuento por qué nos interesa, y en qué podemos traer a nuestra vida cotidiana el discurso de Broncano: en primer lugar, exponer de forma pública esto supone romper un poquito con esos pactos de poder que, con ciertas materias, no deberían de traficarse. Una denuncia sin dobleces: no hay 'presuntamentes', esto es así, ellos tienen unos ejercicios de presión aparejados a su poder que hacen que tiemblen personas que, no olvidemos, van a hablar en principio libremente. Abro paréntesis. Desde que somos pequeños nos entrenan para ser lo que es Jorge Martín, el invitado vetado: un campeón y concretamente del mundo. No es tontería su título, y aun así ha tenido que agachar las orejas, lo cual honestamente me pone el cuello tieso. Sea lo que sea, los lobbies están por encima de todos nosotros. Esto te pasa a ti también en clase, con un chaval que te hace la vida imposible del que no quieres sufrir burlas, con alguien del curro que en todo momento busca el quedar por encima de ti, desacreditar tu trabajo para él brillar más o incluso con un jefe que sabe que necesitas ese trabajo para poder vivir y que tragarás sin miramientos. Pues mira, no. Callarse no es la solución en estos casos, priorizar al otro indiscriminadamente es una sumisión que nos hace prisioneros de lo único que tenemos en esta vida para intentar ser un poco más libres que es la palabra, la palabra mediante la cual podemos alcanzar grandes acuerdos sin hacer el ridículo y sin necesidad de entrar en jerarquías caníbales deshumanizantes entre todos.
Lo segundo, Broncano comenta que por su parte, esto no es personal y a juzgar por la reacción del equipo de 'El Hormiguero', como si con ellos no fuera la cosa, promueve una insensibilidad y un endurecimiento en las relaciones que, de verdad, es lo último que necesitamos estos días. La soberbia se cultiva mucho en esta era de modas efímeras y de poca profundidad. El poco control de las emociones, la desconsideración y la falta de empatía no debería de representarnos bajo ningún concepto a nadie, pero claro, qué podemos exigirnos entre nosotros los ciudadanos de a pie si a un hombre de éxito le va bien con prácticas bajunas. Por eso, que se invite desde un espacio público a la escucha de otras necesidades, a ubicarse en el lugar del otro, resulta revolucionario en los tiempos que corren: relaciones basadas en el respeto y el cuidado, suena increíble así dicho.
La trampa de aquellos que dedican su tiempo a mantener una imagen hecha de despotismo y opresión ojalá se acaben encontrando con la verdad, el sosiego y la humildad de quienes tienen al lado, porque el término enfrente entre personas que tenemos que seguir currando para poder vivir, no debería de existir y en tercer lugar, ya basta. Broncano termina el discurso diciendo que puede improvisar y tirar para adelante, pero que ya está bien. Obviar que te hagan guarradas si se me permite la expresión es algo que a lo mejor veníamos teniendo por válido desde un lugar del partido, como si haciendo caso omiso el bully se fuese a tranquilizar. Mirad, los bullys no tienen esa capacidad de ser sensibles al sufrimiento ajeno. Promover otros valores como tomar acciones para mejorar nuestra situación de forma colectiva es el camino que nos hará mejorar entre todos. Repliquemos sin miedo las cosas que persisten en el tiempo y que nos resultan incómodas, sin dobleces, ya tenemos bastante con superarnos cada día, que seguimos creciendo, como para tener enemigos, honestamente. A lo mejor unos pocos podréis seguir haciendo como si nada a través de vuestras acciones ambiguas y tenebrosas, pero poco a poco iremos dando la luz en esos lugares en los que al menos veamos todos que los que lo hacéis mal, sois vosotros.
Íbamos a salir mejores, pero | Sobre Motos y Broncano