Una psicóloga de mujeres víctimas de violencia machista: "La culpa es su talón de Aquiles"
'La Ventana' organiza un programa especial por el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer en una casa de acogida a victimas de violencia machista
Especial La Ventana por el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer
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Madrid
El 25 de noviembre, Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, La Ventana ha hecho un programa especial junto a la Federación de Asociaciones de Mujeres Separadas y Divorciadas, a través de su emblemático Centro de Recuperación Integral para Mujeres, Niñas y Niños víctimas de la violencia machista.
Mariola Lourido, jefa de la sección de Sociedad en la SER, comenzaba su participación en el programa detallando estas cifras alarmantes sobre la violencia de género en España: "42 feminicidios en lo que llevamos de año, sumando el terrible caso de la adolescente de Orihuela... 32 niños y niñas se han quedado huérfanos en este 2024. Desde que hay estadísticas, desde 2023 son 1.287 asesinatos de mujeres y 61 menores de edad, víctimas mortales de lo que conocemos como violencia vicaria", decía.
Juani Aguilar, Directora del Centro de Atención, Recuperación y Reinsertación de Mujeres Maltratadas y presidenta de la Federación, lleva más de tres décadas comprometida con la causa. En su testimonio, ha destacado la importancia del centro como un modelo único en España. Sin embargo, la situación económica es cada vez más difícil. Según Aguilar, desde hace dos años el centro enfrenta un riesgo real de cierre debido a la disminución de los fondos. Además, en junio, el centro se vio obligado a derivar a 14-16 mujeres por falta de recursos, y actualmente cuenta con una lista de espera de 20 mujeres. "Ha costado mucho, porque al fin y al cabo son mujeres que llegan aquí con una perspectiva de futuro, con un cambio, un renacer. Son momentos muy duros. En estas situaciones hay que poner la verdad siempre encima de la mesa, porque mentir no lleva a nada, más que a confusión y generar falsas expectativas", ha explicado.
A pesar de las dificultades, la Federación sigue atendiendo a mujeres y niños que han sido víctimas de la violencia machista. "Hemos ayudado a casi 900 mujeres y casi 1.000 menores que han pasado por aquí, con una recuperación del 75%. Son datos importantes con los cuales se refleja que el recurso merece la pena", ha afirmado Aguilar. El centro tiene capacidad para atender a un máximo de 22 unidades familiares, con 28 habitaciones disponibles, y proporciona un ambiente seguro para las mujeres y sus hijos.
La psicología dentro del centro
Marta Ramos, psicóloga del Centro de Recuperación Integral para Mujeres, Niñas y Niños víctimas de la violencia machista, lleva 17 años trabajando en este espacio dedicado a la atención y recuperación de mujeres que han sufrido violencia de género. Según ha explicado, cuando una mujer llega al centro, "lo primero que se le da es un abrazo". "En general, lo que ellas necesitan cuando llegan es ser escuchadas, ser comprendidas, porque ellas tampoco se comprenden, se juzgan mucho por todo lo que les está pasando. Cuando estás dentro de la situación de violencia, el resto del mundo las llamamos víctimas, yo prefiero llamarlas supervivientes, pero ellas no se identifican como víctimas", ha señalado Marta Ramos.
Uno de los mayores desafíos para las mujeres víctimas de violencia de género es el sentimiento de culpa. "La culpa es el talón de Aquiles, sobre lo que se articula toda la fenomenología del impacto que tiene una mujer que ha sufrido violencia de género, todo se va articulando en torno a ese sentimiento de culpa. En primer lugar, porque la sociedad les decimos que son culpables: si tú no sabes estar en una relación de pareja es un fracaso personal, si el hombre te maltrata a ti es una cuestión personal... Siempre se habla poniendo el foco en la responsabilidad del comportamiento de la víctima, cuando ella es pasiva, ella es víctima", ha afirmado.
La violencia de género, como ha recalcado la psicóloga, "es un problema que tienen los hombres que maltratan, pero que sufren las mujeres que son victimizadas. Y por eso de ellas han de recuperarse del impacto que les supone la violencia de género, que es lo que trabajamos aquí en el centro".
Testimonios de ex residentes
Andrea Álvarez, una mujer venezolana que estuvo en el Centro de Recuperación de Mujeres Maltratadas desde octubre de 2018 hasta diciembre de 2020, ha compartido en La Ventana su experiencia sobre la violencia machista y el apoyo recibido durante su estancia en el centro. Hoy en día, Andrea se dedica al diseño gráfico y al marketing digital, habiendo conseguido estabilidad como autónoma tras un proceso de recuperación personal que le permitió reconfigurar su vida.
Andrea llegó al centro junto a su hijo, quien tenía solo dos años en ese momento. Su relación con el padre de su hijo, marcada por un contexto de control y maltrato psicológico, llegó a un punto de quiebre cuando ella, al no poder más con la situación, decidió buscar ayuda. La violencia que Andrea vivía no solo era física, sino, sobre todo, psicológica. "Yo no era consciente. Todo el maltrato que vivía era psicológico. No eres consciente porque de verdad que parece que peleamos y discutimos y tienes miedo, pero no sabes ni por qué lo tienes. Hubo un día en una pelea que yo sentía que el corazón tenía una arritmia y dije: esto no está bien", ha relatado.
En el terreno personal, Andrea asegura que no cierra las puertas al futuro. "Yo estoy abierta a tener una pareja nueva, no tengo problema. Ahora mi prioridad está en mi hijo y eso ya es un segundo filtro. Estoy centrada en gestionar emocionalmente a mi hijo y si viene una persona y yo considero que es una buena imagen para mi hijo, pues pasa a un segundo nivel", ha afirmado.
Olga Aranda, también es ex residente en el Centro de Recuperación de Mujeres Maltratadas, es hoy una mujer que, a pesar de haber vivido una difícil historia de maltrato, ha encontrado la fuerza para reconstruir su vida. Profesora de infantil, actualmente trabaja como gobernanta y en el área administrativa en el mismo centro que la acogió, donde pasó 17 meses con sus trillizos cuando estos tenían solo dos años. Hoy, sus hijos ya tienen 22 años, y Olga ha reflejado en su testimonio cómo ha logrado superar las secuelas del abuso.
En sus primeros días en el centro, Olga experimentó una mezcla de sensaciones. Recordó cómo un "enganche" emocional se había ido formando a lo largo de su relación con su expareja, quien, al principio, se mostraba muy amable y atento. "Aquí empecé por qué no terminé antes. Conocí a una persona, al principio se mostraba muy amable, como si me quisiese mucho... te consigue aislar de la familia, de los amigos, te consigue meter en su mundo. Todo eso se aplica a cada terreno, hasta que estás cegada y sola", ha asegurado Olga.
Durante su estancia en el centro, Olga fue testigo de cómo sus hijos comenzaron a comprender la violencia que había marcado su vida. Aunque creía que, a tan temprana edad, los niños no se darían cuenta, un día su hijo comenzó a cantar por los pasillos del centro y su hija le dijo: "No grites, que sino te tendrás que ir de la casa como papá". Este incidente fue revelador para Olga: "Ellos se enteran. No saben la dimensión, pero sí son conscientes", ha explicado.
El podcast 'La Casa Grande'
La periodista Isabel Coello, creadora del podcast La Casa Grande, ha sido galardonada con el Premio de Periodismo contra la Violencia de Género de la Fundación Aliados en la categoría de audio. Este reconocimiento llega tras la excelente labor de Coello en la producción de una serie de ocho episodios que documentan el proceso de recuperación de mujeres que han sobrevivido a la violencia doméstica. A través de relatos en primera persona y un enfoque narrativo que combina datos y análisis, La Casa Grande ofrece un testimonio conmovedor y educativo sobre cómo identificar señales de maltrato y la posibilidad de liberarse de una relación abusiva.
En La Casa Grande, Coello presenta las historias de mujeres que han encontrado refugio en el centro que da nombre al podcast, llevando a los oyentes a través de un viaje emocional que va desde la llegada al centro hasta la recuperación de las víctimas. A lo largo de los episodios, se tratan diversos aspectos del abuso doméstico, incluyendo los efectos del maltrato sobre los niños que lo presencian. Uno de los episodios del podcast está dedicado completamente a la infancia.
Isabel Coello ha comenzado su intervención en La Ventana con una frase de la escritora Arundhati Roy: "Todos tienen voz, no existen los sin voz, existen los que son deliberadamente ignorados o cuyas voces no son escuchadas". Sobre este punto, Coello ha reflexionado: "La infancia es un grupo al que no damos importancia. Lo que viven les traumatiza y tiene muchas consecuencias. Siempre tuve claro que tenían que hablar. Muestran todo ese abanico de complejidad lo que es para un niño o una niña vivir esa violencia en su casa".
Durante una intervención en La Ventana, Coello también ha abordado las causas profundas de la violencia de género. "La violencia, el ser un violento, no es una enfermedad, es una cuestión ideológica, está sostenido a una construcción de una identidad machista, dentro de esta sociedad patriarcal y el creer que estoy por encima de las mujeres como hombre que soy", afirmaba.
Juani Aguilar, añadía a la conversación que "la violencia se aprende. El foco de erradicar la violencia es la educación y la prevención recae ahí. Nosotras partimos de la base de que un hombre violento no es buen referente", decía.
DANA y violencia
La violencia machista se ha sumado como problema tras la DANA que azotó recientemente la Comunidad Valenciana. Según Paula Pérez, periodista de Radio Valencia, las mujeres que sufren violencia de género son doblemente vulnerables en situaciones como esta. "Estas mujeres afectadas por la DANA son dos veces víctimas y doblemente vulnerables, porque se han quedado 24 horas encerradas con sus agresores, es algo que ya vimos en la pandemia. En este caso, los municipios afectados por la DANA están totalmente incomunicados", ha explicado Pérez en su intervención.
En el marco de esta crisis, el programa La Ventana cerró su emisión con un espacio dedicado a mujeres que han superado situaciones de violencia machista, destacando sus experiencias de superación y los momentos de felicidad que han logrado encontrar, a pesar de las adversidades.
"El primer día que llegué pude dormir tranquila, sin escuchar las llaves de él cuando llegaba". "El mejor recuerdo que tengo es no mirar para atrás cuando sales a la calle". "El momento más bonito que tengo es con una de las residentes en una de las terapias, hace años ya, que rompió emocionada cuando volvió de tomarse su primer café en una terraza, ella sola, sin estar alerta porque él pudiera aparecer". "Me quedo con la sonrisa de los niños cuando se marchan y ese abrazo espontáneo", son algunos de los recuerdos más importantes de las invitadas de hoy en el programa.