El 'edadismo' no solo discrimina a los mayores: "Interiorizamos tanto la discriminación por edad que nos convertimos en un estereotipo"
La experta internacional Vânia de la Fuente alerta sobre el impacto del edadismo en la sociedad y ofrece herramientas para combatirlo con su libro 'La trampa de la edad'
El 'edadismo' no solo discrimina a los mayores: "Interiorizamos tanto la discriminación por edad que nos convertimos en un estereotipo"
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Madrid
El edadismo es una de las formas de discriminación más invisibles pero perjudiciales en la sociedad moderna. En España, alrededor del 40% de la población afirma haber experimentado discriminación por edad en diversos ámbitos, como la justicia, la política, el sector financiero, la tecnología, la salud y el entorno laboral. Esta discriminación se perpetúa a través de estereotipos desde una edad temprana.
Vânia de la Fuente, experta en edadismo y envejecimiento saludable y autora del libro La trampa de la edad, ha dedicado su carrera a combatir esta problemática, liderando campañas internacionales como la Mundial Contra el Edadismo de la OMS. En su obra, analiza cómo la sociedad, desde sus cimientos, está configurada para reforzar el edadismo. "El edadismo es el ismo que nos divide y genera esas desventajas en base a nuestra edad. Está compuesto por tres cosas: nuestra forma de pensar, sentir y actuar, hacia otras personas o hacia nosotros mismos en función de la edad", ha explicado De la Fuente.
El edadismo, como ha subrayado la experta, comienza en la niñez, cuando ya somos conscientes de los estereotipos que existen en torno a las diferentes edades. "El cúmulo de estereotipos que podemos ver es, lamentablemente, muy largo, pero sí que es verdad que tenemos herramientas a nuestro alcance para acabar con el edadismo", ha señalado, haciendo un llamamiento a desmontar los prejuicios que giran en torno a las personas mayores y jóvenes.
Una de las principales críticas que realiza De la Fuente es cómo, sin darnos cuenta, acabamos interiorizando estos estereotipos y proyectándolos en nuestro comportamiento diario. "Una de las cosas más perversas del edadismo es que no solo lo sufrimos por parte de otros o de las instituciones que nos rodean, sino que acabamos interiorizando todos los estereotipos a los que estamos expuestos desde que somos pequeños y los acabamos aplicando. Nosotros mismos nos acabamos transformando en ese estereotipo", ha comentado la experta.
De la Fuente también ha reflexionado sobre cómo nos relacionamos con las personas de diferentes edades. "Uno de los motivos por los que existe el edadismo es porque no tenemos interacciones con personas de edades diferentes a la nuestra. Si tenemos interacciones con personas de edades diferentes a las nuestras, inevitablemente nos vamos a tener que confrontar con los estereotipos que podríamos tener acerca de ese grupo de edad", decía. Y es que, según datos de la Unión Europea, el 80% de los jóvenes entre 15 y 24 años no tienen amigos mayores de 70 años, mientras que el 70% de las personas mayores de 75 años carecen de amigos menores de 30 años.
Uno de los sectores más afectados por el edadismo es el entorno laboral. En este ámbito, "la edad es el principal factor de acoso discriminación en el trabajo", ha afirmado De la Fuente. Además, el edadismo afecta de manera más acusada a las mujeres, como indica una encuesta reciente, que revela que 8 de cada 10 mujeres en el entorno laboral han sufrido discriminación por edad.
A pesar de la magnitud del problema, la experta destaca que es posible combatir el edadismo a nivel individual y cultural. "Hoy en día vivimos en una cultura que invisibiliza, excluye y limita a las personas en base a su edad y está en nuestra mano cambiar las cosas", ha asegurado.
Uno de los mitos más persistentes es la idea de que la felicidad es incompatible con la vejez. Sin embargo, estudios como el de Becca Levy, psicóloga estadounidense con la que De la Fuente ha colaborado, demuestran lo contrario. "Uno de estos bulos es el que dice que la felicidad es incompatible con la vejez y lo que vemos en los datos es lo contrario. Existe la curva de la felicidad que indica que solemos ser más felices cuando somos jóvenes y luego hay otro pico en la vejez, a veces ese segundo pico es más alto que el primero", ha explicado.
Para combatir el edadismo, De la Fuente sugiere una serie de acciones cotidianas, como el fomento de relaciones intergeneracionales, el cuestionamiento de los prejuicios y el cambio de actitud hacia la vejez. "Trabajo para crear un mundo para todas las edades y creo que está a nuestro alcance, lo que pasa es que sí requiere un cambio sustancial a nivel individual y cultural y luego en las instituciones. Mi libro lo que trata de hacer es dar herramientas para que a nivel individual todos podamos ir poniendo nuestro granito de arena para eliminar estas injusticias", ha concluido.