Israel sigue hostigando el sur de Líbano horas antes de que el gobierno hebreo decida sobre un alto el fuego

El ejército hebreo ha asesinado al menos a 31 personas en las últimas 24 horas en el sur de Líbano, territorio que sigue atacando horas antes de que el gobierno israelí se reúna para debatir un posible alto el fuego de 60 días en el que tanto sus soldados como los miembros de Hezbolá se retiren a las posiciones establecidas por la resolución de la ONU aprobada en 2006. En la mañana de este martes Israel ha ordenado de nuevo la evacuación de distintos puntos de los suburbios de Beirut.

Hasta el momento, la cifra total de víctimas por los bombardeos israelíes en Líbano supera las 3.500, a lo que hay que sumar centenares de miles de desplazados, muchos hacia lugares situados en el norte del país, otros han decidido regresar a Siria, de donde huyeron por la guerra civil, pero que ahora consideran territorio más seguro que el propio Líbano.

Estados Unidos da por hecho que el acuerdo para ese alto el fuego está cerca, de hecho todo apunta a que será el principal garante internacional de esa tregua. El Alto Representante de la Unión Europea para la Política Exterior, Josep Borrell, que hoy se despide del cargo, ha exigido que "se presione a Israel porque no hay excusas para que no determine hoy mismo un alto el fuego".

Líbano se desmoronará si no se implementa un alto el fuego inmediato

—  Josep Borrell, Alto Representante de la UE para la Política Exterior

Al mismo tiempo, los ataques de Israel se siguen extendiendo este martes a distintos puntos del norte de la Franja de Gaza, territorio que sigue bajo asedio y sobre el que no hay perspectiva alguna de un parón en las hostilidades. A esta ofensiva se ha sumado en las últimas horas una lluvia torrencial que ha dañado algunos de los campamentos improvisados en los que se refugian los gazatíes.

Proyecto para una valla fronteriza con Jordania

El gobierno de Israel ha confirmado además este martes que trabaja en un proyecto para la construcción de una valla fronteriza con Jordania, países que comparten algo más de 200 kilómetros de vecindad divididos en dos sectores. El Ministro de Defensa hebreo ha anunciado que se trabaja en "una planificación de ingeniería detallada" con el objetivo de evitar las entradas furtivas desde territorio jordano.

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La valla estará equipada con dispositivos de vigilancia y se van a realizar mapas detallados del tipo de suelo e irregularidades del terreno por las que ahora cree el gobierno hebreo que se cuelan personas que potencialmente quieren atentar contra Israel, así como bandas dedicadas al contrabando de armamento.