"Son víctimas de su contexto": un profesor cuenta la realidad de los menores internos en centros de cumplimiento judicial

Madrid

En el Centro de Cumplimiento de Medidas Judiciales Vicente Marcelo Nessi de Badajoz, Roberto Díaz, profesor de Lengua y Literatura, vive su día a día con la convicción de que la educación puede cambiar vidas. Con 38 años y una trayectoria que incluye periodismo y docencia en institutos ordinarios, Roberto decidió hace tres años trabajar con adolescentes en contextos difíciles, una labor que, según él, vale la pena pese a los retos inherentes a la empresa. Díaz nos ha acompañado en esta edición de Radio Lindo junto con Elvira Lindo para contar su experiencia.

Aunque su especialidad es la Lengua, Roberto enseña también Geografía, Historia y otros ámbitos en un entorno donde las clases son pequeñas, pero los desafíos grandes. Con solo cinco alumnos entre ESO y Formación Profesional Básica, las dinámicas no son como en un instituto tradicional, aunque tampoco es un centro de menores, ya que se suele confundir. "El centro de menores es una institución en la que se protege al menor en contextos de desigualdad. El centro de cumplimiento de medidas judiciales es para esos menores que son infractores y tienen que cumplir medidas judiciales", ha comenzado explicando Díaz.

Roberto coordina dos proyectos clave: una radio escolar que entusiasma a sus estudiantes y el 'Aula del Futuro', una iniciativa que fomenta el aprendizaje práctico y adaptado. Además, los alumnos participan en la creación de la escenografía y la voz en off de una obra teatral basada en Manolito Gafotas, proyecto compartido con el IES San José. "Hay que saber con qué alumnos se trabaja. Es mi alumnado y lo defiendo mucho. Hay que dejar el curriculum al lado y darle una vuelta. Trabajo mucho a través de proyectos prácticos que les den la oportunidad de investigar, de abrir ventanas y que vean lo que hay fuera, otras realidades que les han tocado vivir. Muchos son víctimas de su contexto", ha dicho el profesor y periodista.

Y es que la confianza en la relación entre profesor y alumno es un pilar fundamental. "Hacemos una escucha activa porque son menores que han sido escuchados muy poco. Se expresan, te cuentan su emoción diaria. Esa relación se crea con empatía y entendiendo que la realidad que viven es parte del pasado, que forma parte de su experiencia traumática", ha contado Díaz. Sus alumnos tienen historias muy duras, que son las que forjan el presente que viven. Tienen en común varios círculos de amistades, familiares, relaciones contraproducentes. "No conocen otra realidad. Yo soy docente y también facilitador de experiencias. Necesitan salir y vivir otras cosas", ha comentado.

La importancia de las segundas oportunidades

Aunque reconoce que hay prejuicios hacia los menores infractores, Roberto enfatiza que son jóvenes con derecho a la educación, a pesar de que sus realidades son diferentes. "Puedes creer en el futuro si hay personas que te dan esa confianza para hacerlo. Comparten la poca autoestima, aunque parezca todo lo contrario. Hay una falta de confianza porque no han recibido una mano tendida. Queremos que construyan algo fuerte y que les lleve a esa segunda oportunidad que todos merecemos", ha asegurado.

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Esto también implica la necesidad de confiar en el proceso de reinserción y su lento proceso. "Lo que se siembra no se recoge de hoy para mañana, pero hay pruebas de que lo que se hace en un aula tiene sus frutos. Tardamos en verlos, pero están ahí. Hay historias de éxito", ha dicho Díaz. El profesor ha finalizado su intervención contando que realizan actividades que fomentan la igualdad y aprovechan fechas señaladas como el 25N. Por ejemplo, el año pasado hicieron una actividad con el Instituto de la Mujer de Extremadura.