Alejandro Magno conquistó Macedonia y el PSOE llegó a gobernar Madrid

Madrid

Alejandro Magno conquistó Macedonia, Julio César cruzó el Rubicón y, entre las brumas de la historia y la leyenda, todavía cuentan que hubo un día en que el Partido Socialista gobernó Madrid. Debió de ser, ya me perdonarán la imprecisión, no sé si en tiempos de Carlomagno o de Joaquín Leguina: hace una eternidad, en todo caso. Y parece ser, a tenor de lo ocurrido con Juan Lobato, que en esta era geológica no toca repetir.

Ayuntamiento o Comunidad, ser nombrado candidato del PSOE -de Fernando Morán a Cristina Almeida, de Miguel Sebastián a Trinidad Jiménez- ha sido solo el paso previo a aparecer en la unidad de quemados. La frustración y la división interna rara vez varían. En este caso, Lobato, Sánchez y López solo han añadido, como novedad, el golpe de pimienta de un poco de escándalo.

Se dirá que, salvo en Cataluña y Navarra con muletas, en Asturias y en la república independiente de Page, el PSOE y el poder autonómico llevan tiempo reñidos. Es así. Pero en Madrid la izquierda había tenido una legitimidad histórica -del no pasarán a Tierno- que ha tirado minuciosamente por la borda. A Aguirre primero y a Ayuso después, la izquierda les ha tenido un miedo casi religioso. Pero, vista su trayectoria, estoy con los que piensan que la derecha seguirá ganando en Madrid aunque pongan a Ronald McDonald.