Glovo, anuncio importante
Algunos temen que esta promesa sea solo un movimiento táctico, pero incluso si esto fuese así, la presión social que originaría un engaño sería decisiva.
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Barcelona
Buena noticia. El anuncio de la empresa de reparto a domicilio Glovo de que regularizará a todos sus trabajadores debe ser celebrado. Por muchas razones, todas ellas positivas. Porque era de justicia social, los motoristas estarán ahora protegidos como corresponde. Porque termina un reiterado fraude de ley, la utilización de la figura de autónomo como máscara para encubrir una relación laboral típica. Porque acaba con una distorsión de la competencia: Glovo podía ofrecer servicios más baratos que sus competidoras, de lo que estas se quejaban y se quejan. Porque es un reto para la propia empresa, que deberá esforzarse para ser rentable con costes sociales normales, o sea, más altos. Y porque será una referencia para otras. Con lo que el modelo laboral español mejora.
La regularización afectará a mucha gente. Desde luego a sus actuales 15.000 trabajadores en condición de “falsos autónomos”. Pero también a muchos otros, hasta 60.000, que han prestado sus servicios a la compañía desde 2.021, como calcula el Ministerio de Trabajo.
Algunos temen que esta promesa sea solo un movimiento táctico, aparente. Pues su consejero delegado, Oscar Pierre, está citado ante el juez, en las próximas horas, para responder de un presunto delito penal por los contratos falsos a sus empleados. Pero incluso si esto fuese así, el anuncio es difícilmente reversible. La presión social que originaría un engaño sería decisiva. Así que estamos, en principio, ante una muy buena noticia.
Xavier Vidal-Folch
Periodista de 'EL PAÍS' donde firma columnas y colaborador habitual de la Cadena SER, donde publica...