La extrema derecha controlará un tercio del Parlamento de Rumanía después de unas elecciones en las que resisten los socialdemócratas
Con el recuento de las legislativas prácticamente terminado, se dibuja un escenario muy dividido para la gobernabilidad de un país que está además a la espera de si el Constitucional valida los resultados de las elecciones presidenciales
Rumanía se ha enfrentado a unas elecciones legislativas que han llegado en un momento muy convulso políticamente, justo en un fin de semana situado en medio de las dos vueltas de votación para las presidenciales y, sobre todo, después de que en la primera de esas rondas venciera un candidato de extrema derecha. A la espera de qué sucederá en la segunda vuelta del próximo domingo, e incluso de si hay segunda vuelta ya que el Constitucional ha ordenado recontar los votos y en cuestión de horas decidirá sobre la validez de los mismos, las elecciones legislativas han dibujado un escenario muy fragmentado para el futuro de un país que forma parte de la Unión Europea y es uno de los principales frentes defensivos de la OTAN frente a Rusia.
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El Partido Socialdemócrata, que no ha logrado alcanzar la segunda ronda de las presidenciales, ha obtenido la victoria en las legislativas, aunque necesitará pactar para poder gobernar. De hecho, el Parlamento resultante de estos comicios es el más fragmentado desde 1990, desde la caída del comunismo en el país.
El primer ministro y dirigente de este partido, Marcel Ciolacu, que anunció su dimisión si se validan los resultados de la primera vuelta de las presidenciales, ha destacado hoy que este resultado supone un espaldarazo al carácter europeísta del país, pero ha reconocido que "los rumanos nos han transmitido que quieren seguir desarrollando el país con dinero europeo, pero al mismo tiempo quieren que protejamos nuestra identidad, nuestros valores nacionales y la fe".
Sube la extrema derecha
Los socialistas salvan los comicios, pero las elecciones arrojan un incremento muy notable del peso de la extrema derecha. Hasta tres partidos ultras suman más del 30% de la representación tanto en la Cámara de Diputados como en el Senado después de una campaña en la que han alimentado el temor a Rusia y han argumentado que los refugiados ucranianos estaban teniendo un trato de favor en el país. Algunos de estos partidos son contrarios a la pertenencia de Rumanía a la OTAN y defienden la incorporación a su país de territorios que en su día pertenecieron a Rumanía y que ahora forman parte de Ucrania y de Moldavia.
La extrema derecha ha obtenido el respaldo mayoritario del amplio voto de la diáspora rumana. Sólo en España residen más de 600.000 ciudadanos de este país, cifra que en total supera los 5,5 millones de personas en toda Europa. Los socialdemócratas han sido la quinta fuerza más votada por la diáspora tanto para la Cámara de Diputados como para el Senado, por detrás de las tres fuerzas de extrema derecha y de la principal formación de centro-derecha.
El líder de AUR, el principal de estos partidos de extrema derecha, que ha quedado segundo por detrás de los socialdemócratas, ha valorado los resultados augurando que "las cosas están cambiando en Rumanía y vamos camino de limpiar la clase política rumana y de deshacernos de los partidos corruptos". George Simion habla de una "etapa de liberación de la nación rumana" en un discurso ultranacionalista que recordaba otros tiempos del pasado del país.
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Antonio Martín
Redactor de la sección de Internacional. Se incorporó...