Los microbios del intestino humano, la clave del crecimiento de nuestro cerebro
Según una investigación, fueron fundamentales porque favorecieron la producción de más energía metabólica que es esencial para la evolución de cerebros grandes
Madrid
Un grupo de científicos de Estados Unidos, que trabajan en la Universidad Northwestern, ha descubierto una causa que explicaría cómo se hizo tan grande el cerebro de los seres humanos. Y la respuesta está en las especies de microbios que viven en el interior de nuestros intestinos, porque, hace miles de años, fueron ya capaces de producir la gran cantidad de energía extra que necesita el tejido cerebral para poder alcanzar un gran tamaño, como el del cerebro humano.
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Para poder demostrarlo, estos científicos introdujeron este tipo de microbios en ratones y pudieron comprobar los cambios que son capaces de producir en su metabolismo. El tejido cerebral es uno de los más costosos en términos de energía del cuerpo y, como resultado, los mamíferos con cerebros más grandes requieren más energía para sustentar el crecimiento y el mantenimiento del cerebro.
Esta es la primera investigación que demuestra una posible causa que explica qué cambios biológicos exactos permitieron a los ancestros humanos satisfacer las necesidades muy altas de energía a medida que desarrollaban cerebros más grandes. Los "culpables", según este estudio de la Universidad Northwestern, son los microbios que viven en el intestino humano.
Se trata de pequeños organismos vivos en nuestro sistema digestivo que ayudan a descomponer los alimentos y producir energía.
Experimento pionero
Los investigadores implantaron microbios de dos especies de primates de cerebro grande (el humano y el mono ardilla) y una especie de primate de cerebro pequeño (el macaco) en ratones.
Sus hallazgos, que se publican en la revista Microbial Genomics mostraron que los ratones con microbios de especies de primates con cerebro grande producían y utilizaban más energía, mientras que aquellos con microbios de especies de cerebro pequeño almacenaban más energía en forma de grasa.
Estos resultados son los primeros en mostrar que los microbios intestinales de diferentes especies animales dan forma a variaciones en la biología entre especies animales y respaldan la hipótesis de que los microbios intestinales podrían influir en la evolución al cambiar el funcionamiento del cuerpo de un animal.
Javier Gregori
Periodista especializado en ciencia y medio ambiente. Desde 1989 trabaja en los Servicios Informativos...