Registro de viajeros: funcionamiento y quejas del sector turístico

Madrid

Desde este lunes está en vigor el Real Decreto 933/2021 de 26 de octubre, por el que se establecen las obligaciones de registro documental e información de las personas físicas o jurídicas que ejercen actividades de hospedaje y alquiler de vehículos a motor. Es lo que el sector ya ha denominado como el registro de viajeros, el cual por cierto lleva dos años operativo, lo que pasa es que ahora se establece la obligatoriedad del mismo. Prácticamente, la totalidad del sector turístico tendrá que recabar nuestros datos, además de los de cada empresa o establecimiento, y cederlos al Ministerio del Interior. En el criterio fijado por el Gobierno entran hoteles, agencias de viajes, plataformas de intermediarios, campings, empresas de alquiler de vehículos o apartamentos turísticos, entre otros servicios. Mientras tanto, el sector rechaza la puesta en marcha de este reglamento, porque va en contra, dicen, de la protección de datos y porque puede generar problemas de ciberseguridad por el exceso de información sensible. “Los datos que facilitaban los establecimientos de acuerdo a la nueva regulación no varían en exceso a los que ya se estaba recogiendo”, explica el Secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez.

¿Qué datos piden?

Lo que cambia ahora es que hay un criterio fijo para todos los operadores y viajeros. A los establecimientos o apartamentos les pedirán sus propios datos como empresa o persona jurídica. Si alquilamos un coche, ahí está la novedad, recogerán matrícula, modelo, color y kilometraje, entre otros datos. Se recogerán también los datos del pago (IBAN o tarjeta de débito/crédito) y de los contratos de arrendamiento en el caso de alquileres turísticos. A los viajeros les van a solicitar estos datos:

• Nombre y apellidos
• Sexo.
• Número de documento de identidad y el tipo de documento que es: DNI, pasaporte…
• Número de soporte del documento, eso no se pedía hasta ahora, pero sirve para comprobar la veracidad del mismo.
• Nacionalidad.
• Fecha de nacimiento.
• Lugar de residencia habitual (dirección completa, localidad y país).
• Teléfono móvil y teléfono fijo, este último si lo hubiera.
• Correo electrónico.
• Número de viajeros y relación de parentesco entre ellos en el caso de que alguno sea menor de edad. Si viajamos en grupo será cada miembro quien tenga que ceder su información a título propio. Aquí es donde viene uno de los problemas, por ejemplo, para el turismo MICE: si viajan 20 compañeros de una empresa se tomarán los datos de cada uno de ellos o ellas.

¿Por qué es necesario?

Interior buscar mantener a toda costa la defensa de la seguridad ciudadana, en especial, la que tiene que ver con posibles actos de terrorismo o delitos graves. Hay muchos turistas, cada vez más, y eso hay que mantenerlo con algo más de control. Fuentes del Ministerio de Fernando Grande-Marlaska sostienen además que en este tipo de delitos son clave el alquiler de alojamientos y vehículos. En estos dos años que lleva operativo el registro, han cruzado datos de más de 4,7 millones de personas, es un número corto respecto a las pernoctaciones o el flujo de turistas que solemos tener. De todas ellas, hay 18.584 que figuraban en bases de datos de señalamientos nacionales o en el sistema de información Schengen. Todas estaban en pleno proceso de requerimiento judicial, ya fuera por delitos graves o porque su presencia era necesaria para una investigación. En este periodo de dos años se han registrado a 61.540 hoteles, 1.094 agencias de viajes, 222 plataformas digitales y 1.720 empresas de alquiler de vehículos a motor.

El sector rechaza la medida

El sector empresarial del turismo ha vuelto a levantar las antorchas y lo primero que argumentan es que la cantidad de información que tienen que recoger no es poca. Almacenar todos esos datos puede suponer un aumento de costes: “Tenemos la capacidad de desarrollarlo, pero eso no quiere decir que tenga ningún sentido hacerlo y que no tenga un impacto real en las ventas. No hay que olvidar que en España hay miles de agencias de viajes físicas en las que trabajan una, dos o tres personas y que son pymes, que en la mayoría de los casos no pueden adaptarse a esta normativa”, señala Ricardo Fernández, CEO de la agencia de viajes Destinia. Las propias agencias piden salirse del registro al no estar especificadas como tal en el artículo 25 de la ley de seguridad ciudadana, que es una de las bases de este Real Decreto. A las agencias se han sumado los hoteles y CEHAT, la patronal, estudia medidas legales.