El primer ministro francés ha presentado su dimisión después de que anoche triunfara la moción de censura a su gobierno. Michel Barnier se ha dirigido esta mañana al Palacio del Elíseo, donde se espera que entregara su renuncia al presidente Emmanuel Macron. BFM TV y las cadenas de televisión francesas han difundido imágenes del coche de Barnier dirigiéndose al Elíseo, en una lluviosa mañana de jueves en la capital francesa. Macron la ha aceptado y le ha pedido que siga ocupándose de los asuntos corrientes hasta el nombramiento de un sustituto, según indica el Elíseo. El miércoles, los legisladores de extrema derecha e izquierda votaron a favor de derrocar al gobierno de Barnier, hundiendo a Francia en su segunda gran crisis política en seis meses. El presidente francés, Emmanuel Macron, se dirigirá al país en una intervención televisada este jueves, un día después de que el Gobierno fuera derribado en una moción de censura. Macron hablará a las 20:00 hora local (19.00 GMT), según anunció el Elíseo tan solo minutos después de que la Asamblea Nacional sentenciara la caída de Barnier con los votos de la izquierda y de la extrema derecha. El presidente francés había seguido a distancia la mayor parte de esta crisis política, ya que esta misma tarde se encontraba en una visita de Estado de tres días a Arabia Saudí. Pese a eso, fuentes del Elíseo detallaron a la prensa francesa que el jefe de Estado trabajaba ya desde la semana pasada para buscar a un candidato a suceder al dirigente conservador, antiguo negociador del Brexit, en el palacio de Matignon. La pelota está en todo caso en su campo, ya que en Francia la potestad de nombrar al primer ministro es competencia del presidente de la República. Ya en verano, en medio del bloqueo que ocasionó la profunda división de la Asamblea Nacional surgida de las legislativas anticipadas de julio pasado, Macron defendió que el nombramiento tenía que ser para una figura capaz de dar estabilidad a Francia, algo que no logró finalmente Barnier, ya que su gobierno de tres meses ha sido el más efímero desde la Segunda Guerra Mundial. Entre los nombres que se bajaran, el que suena con más fuerza es el del actual ministro de Defensa, Sébastian Lecornu; el veterano centrista François Bayrou y de nuevo el socialista Bernard Cazeneuve, aunque con menos fuerza que cuando fue descartado para el cargo por Macron en septiembre pasado. La caída del Gobierno de Michel Barnier obliga al presidente de Francia, Emmanuel Macron, a buscar a otra persona para reemplazar al antiguo comisario europeo como primer ministro, y la izquierda ya ha dejado claro que si no es alguien del Nuevo Frente Popular (NFP) habrá una censura «automática» del futuro gabinete. El NFP, del que forman parte La Francia Insumisa (LFI) y el Partido Socialista (PS), entre otros, es el bloque con más escaños en la Asamblea Nacional desde las elecciones de julio y, aunque no cuenta con una mayoría suficiente, reivindica que es quien tiene derecho a tomar las riendas. «Si Emmanuel Macron no nombra a un primer ministro del NFP, censuraremos automáticamente el Gobierno», ha sentenciado la jefa de filas de los «insumisos» en la Asamblea, Mathilde Panot, que ha dejado claro en una entrevista en LCI que no aceptarán «la continuación de la política macronista». En este sentido, ha subrayado que las tesis del presidente ya han sido «derrotadas» en las urnas y este mismo miércoles en el Parlamento, donde prosperó por primera vez en más de seis décadas una moción de censura secundada además por la ultraderecha de Marine Le Pen.