Hora 25La cena de los idiotés
Sociedad

Miguel Campos, cómico de 'La Revuelta', dice lo que muchos piensan sobre la vocación: "Está sobrevalorada"

El cómico muestra una postura más pragmática sobre dedicar su vida al trabajo

¿Qué harías si, de repente, tras muchos intentos y cuando ya no tenías esperanzas, te ofrecen un trabajo que te acercaría a tu sueño? En La cena de los idiotés, la actriz Cristina Castaño ha planteado el dilema de un hombre de unos 50 años que, después de invertir muchos años de su vida intentando dedicarse a la interpretación, trabajos precarios como camarero para poder llegar a fin de mes al tener trabajos esporádicos como actor, decide cambiar el rumbo de su vida.

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Al acercarse a los 50 años, este hombre se da cuenta de que ha estado malviviendo hasta la fecha y que no ha podido formar una familia. Con la intención de poner fin a esta situación, decide formarse como coach, descubriendo que no solo es otra de sus vocaciones, sino que, además, es muy bueno. En la escuela, además de destacar como buen estudiante, conoce a una mujer y se enamora de ella.

Al finalizar la formación, le ofrecen un trabajo de coach en una empresa seria, para acompañar a los empleados. Paralelamente, él está preparado para iniciar una etapa estable y un proyecto de vida con esta mujer. Pero cuando va a firmar el contrato, le llaman desde una agencia de representación para ofrecerle una oportunidad para actuar en Latinoamérica. Desde allí, le cuentan que tienen muchas esperanzas puestas en el proyecto, para el cual tendría que mudarse allí durante, al menos, dos años.

El cómico Miguel Campos, conocido por formar parte del equipo de La Revuelta, tiene claro que la "vocación está sobrevalorada". "No tanto en que la gente no sienta vocación. Yo tengo mucha vocación, pero lo que creo es que todos somos adultos y tenemos que hacer una reflexión de 'a dónde nos lleva esta vocación' o ¿es tan importante esta vocación que va a influir en todos los aspectos de mi vida?", decía Campos.

El cómico asegura que su vocación siempre ha sido la comedia, pero a los 16 años supo que no era el momento de dedicarse a ello por lo que estuvo 14 años haciendo otras cosas hasta que volvió a centrarse en los chistes. "Creo que de repente decir 'no, toda mi vida va a estar solo enfocada al trabajo', es una forma de hablar que si se la oyes a otra profesión, dirías 'pavo, hay otras cosas en la vida, ¿estás sano?", continuaba explicando.

Campos ponía de ejemplo a un informático que trabaja en Samsung, pero Cristina Castaño ha interrumpido planteando que, en este caso, la vocación artística se vive de otra manera. Pero Campos no está de acuerdo: "Yo no entiendo que sea diferente. Creo que al final es una forma de ganarte la vida. Quizás yo soy más pragmático", decía el cómico. Aun así, Campos aseguraba que, aunque ya hubiese vivido el éxito de vivir de la comedia, si tuviese que dejarlo y dedicarse a otra cosa, aun así sería feliz.

"Hay una cosa que es romántica, que es muy bonita, pero creo que llevar tu vida por esa cosa romántica no te va a hacer más feliz", explicaba, bromeando que, teniendo en cuenta que, en este caso, la opción es hacerse coach, él "preferiría irse a una mina coltán antes de ser coach".

 
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