"No hay que rebuscarse la vida para estudiar, es el sistema el que nos tiene que ayudar": el pueblo gitano reivindica su derecho a una educación digna

Madrid

En una nueva entrega de Radio Lindo, la periodista y escritora Elvira Lindo ha recibido a Sara Giménez, directora general de la Fundación Secretariado Gitano, para hablar de una de las campañas más impactantes del año La NO vuelta al cole. Esta iniciativa busca visibilizar la grave desigualdad educativa que afecta a niños y adolescentes gitanos, con datos alarmantes como que 2 de cada 3 no terminan la ESO y que el abandono escolar entre esta población alcanza el 86%.

El spot de la campaña rompe con los clichés habituales de anuncios de la vuelta al cole. En él, tras imágenes idílicas de niños con mochilas nuevas, se muestran las barreras a las que se enfrentan muchos estudiantes gitanos: falta de recursos, segregación escolar y ausencia de referentes educativos. "Tú vas al colegio y luego sales de allí y mis padres no tenían instrucción, no me podían ayudar. Tampoco tienes clases particulares. En la actualidad hay poco acceso a la digitalización, por ejemplo. Estás en un lugar que parece que no te corresponde. La educación no está integrada en el futuro. Al final eres un extraño en el sistema educativo", ha comenzado contando.

Durante la entrevista, Giménez ha compartido el objetivo principal de la Fundación: que las instituciones públicas implementen medidas específicas, como planes de refuerzo educativo, acceso gratuito a las primeras etapas de infantil y la lucha contra la segregación escolar que afecta a 1 de cada 3 niños gitanos. "El problema de los gitanos en toda Europa pasa por esta dramática situación educativa: la pobreza extrema. En España hemos sabido hacer las cosas mejor, pero claro, aquí hicimos un estudio hace diez años y apenas hemos visto progreso. ¿Cómo va a haber progreso con estos datos tan sangrantes?", se ha preguntado Giménez, que hizo una incursión de la política en el partido Ciudadanos.

Como alguien que ha roto moldes en su propia vida, Giménez ha compartido su experiencia personal. Hija de una familia dedicada a la venta ambulante, fue la primera gitana en su universidad y en ejercer como abogada en su comunidad. "En mi caso, vi las aspiraciones de otras alumnas que no eran gitanas con otros proyectos hacia un futuro mejor, y yo quería lo mismo. También el profesorado habló con mi familia y creyeron en mí. También me tuve que buscar la vida, y quiero que otros no tengan que hacerlo", ha contado.

También ha sido dura con un tema tabú en nuestra educación, la segregación. "No nos gusta hablar de ello, de los centros segregados. A veces hay aulas donde se aglutina alumnado gitano y migrante, y sigue pasando. Impide la calidad educativa, y reclamamos el éxito escolar", ha reivindicado. Pero a pesar de los datos preocupantes, Giménez se ha mostrado optimista: "Se está demostrando que cuanto más te formas, más valoras lo que eres, más valoras tu identidad. Hay que derribar esos miedos. Es viable ser muy gitano y tener un nivel educativo alto. El feminismo del bueno es el que apuesta por la educación, porque evitas los matrimonios tempranos y evitas vulneraciones de derechos que no son compatibles con la actualidad", ha dicho sobre cómo las minorías pueden reclamar los derechos que les corresponden.

La conversación se ha impregnado de un mensaje claro: invertir en la educación del alumnado gitano no solo beneficia a su comunidad, sino al conjunto de la sociedad. "Lo importante es que la clase política sea consciente de que se deben adoptar medidas, que es un indecencia mirar para otro lado. Quien tiene que garantizar esto es el Estado". ¿Cómo se cambia esto? Giménez responde. "Partimos de puntos de desventaja. Hay que ofrecer lo que sabemos que no tienen en casa: un sitio donde estudiar, orientadores, dispositivos tecnológicos. Entre los propios estudiantes se hacen de referentes. Sabemos que hay cosas que funcionan, así que pongámoslas en marcha", ha finalizado.