La crítica definitiva de la foto del rey de Anne Leibovit: "Es postura de vaquero que fuma Marlboro"

Madrid

Desde su publicación, la fotografía de los reyes sigue generando multitud de opiniones, algunas centradas en el precio y otras en la estética, aunque la mayoría son negativas. El retrato fue realizado hace unos meses por una de las mejores fotógrafas del mundo, Annie Leibovitz, famosa por haber retratado a figuras tan importantes como la reina de Inglaterra Isabel II, la familia Obama o la ex secretaria de Estado de los Estados Unidos, Hillary Clinton. Contar con ella supuso un desembolso para el Banco de España de 137.000 euros. Sin embargo, más allá del coste económico, los retratos han generado un intenso debate sobre la forma en que representan a los monarcas.

En el programa A vivir que son dos días, analizaron la estética de las fotografías junto a Pedro Mansilla, sociólogo de moda. Javier del Pino preguntó a Mansilla sobre estos retratos, quien los definió como "la foto de la que habla todo el mundo". Según el sociólogo, Leibovitz realizó el trabajo bajo la influencia de "la espada de Damocles" y la experiencia adquirida al fotografiar a la reina Isabel II de Inglaterra.

Para Mansilla, Leibovitz hizo un trabajo "prodigioso" con Isabel II porque "retrató sus ojos y no lo que había alrededor", algo que intentó emular en las fotografías de los reyes, pero que no terminó de funcionar. "Es muy curioso que el rey, que está en general bien, incluso en ese espacio de la sala Gasparini, tiene un problema: lanza un pie un poquito hacia adelante" explicaba el sociólogo. Esta postura, según Mansilla, recuerda al "que vende cigarrillos americanos en el Oeste, una postura de vaquero que fuma Marlboro", y añade que es similar a la forma en que se "fotografiaban los generales de Napoleón".

El sociólogo comparó el retrato del rey Felipe VI, especialmente su posición y uniforme, con los de aquellos generales napoleónicos, que eran "como niños bonitos" con uniformes muy "vistosos".

Por otro lado, Mansilla también analizó el retrato de la reina Letizia, prestando especial atención a su vestido. Según él, la indumentaria refleja el sueño de la reina de "ser Penélope Cruz" y de aparecer en "la portada de Vogue América". Mansilla aseguró que un pequeño ajuste hubiera mejorado el resultado: subir el abrigo rojo "40 cm", dejando ver "sus hombros". Esto, opinó, le habría permitido "seguir pareciendo una reina".