¿Qué haces si tu ex no quiere medicar a vuestro hijo y tú sí?
Aimar invita a la actriz Alba Galocha y los periodistas Fernando Garea, Manuel Jabois y Ángeles Caballero
Madrid
Eres un hombre o una mujer, que tiene una relación con una persona desde hace muchos años, una relación sentimental, sana, en la que habláis de todo, tenéis muy buena comunicación y os entendéis, con altibajos como en todas las relaciones, pero siempre sabiendo solucionar de forma asertiva, comunicativa y sana. Después de muchos años de relación decidís tener un hijo y su nacimiento hace que la relación se vea un poco mermada, la convivencia se complique y decidáis, de mutuo acuerdo, separaros.
La crianza del niño es compartida, hay muy buen entendimiento entre los dos, la comunicación vuelve a ser la que era y todo funciona entre vosotros como solía hacerlo, todo genial con el niño, hasta que empezáis a ver que algo extraño, fuera de la norma, poco común, pasa en su comportamiento. Decidís ir a la pediatra y esta os deriva a psiquiatría infantil. Allí, la psiquiatra concluye que el niño tiene un trastorno de conducta y que necesita determinada medicación. Tú siempre has sido una persona que ha confiado en la ciencia, en tus médicas, has seguido sus pautas y, generalmente, no has dudado de su criterio, y, de pronto, tu pareja está radicalmente en contra; no cree en ese tipo de enfermedades, no va a medicar a vuestro hijo y adopta una actitud defensiva de no comunicación que tú hasta ese momento no conocías. ¿Qué haces, cómo afrontas esa nueva situación que desconocías?
La cena de los idiotés 2x10 | Antojos implacables
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Un escándalo gravísimo o un gobierno terrible
Eres periodista. Te viene un amigo a contarte algo con pruebas que supone un gran escándalo que afecta a un presidente del gobierno, de tal forma que es un escándalo que si se publicara acabaría claramente con ese presidente. Y es algo que absolutamente no se sabía. No es algo opinable, sino que son unos hechos escandalosamente rechazables para cualquiera. Le harían dimitir con seguridad. Él te pide que no lo publiques. Esto ocurre en la última semana de la campaña electoral. Si publicas ese escándalo, ganará el gobierno una opción racista, xenófoba, intolerable. ¿Qué haces, lo publicas o no?
Las palmeritas de la discordia
Vas a una pastelería muy famosa de un pueblo. El producto más conocido, cotizadísimo, son las palmeras de chocolate. Las de esa pastelería son las mejores. Hay mucha gente haciendo cola, pero no te importa, tienes paciencia, hace buen tiempo, no es un sufrimiento. A tu familia le encantan esas palmeras, lo haces por ellos. Digamos que es el objetivo de ir a ese pueblo, comprar esas palmeras. La cola va más despacio de lo que pensabas, porque los clientes aprovechan su turno para comprar muchas cosas, llevarse un cargamento. Llega una pareja y se coloca detrás de ti. Son dos hermanos, ella está muy embarazada, es muy joven. El hermano se pone a dar voces para que todo el mundo sepa que está embarazada, que igual deberían dejarle que pida ella antes. Porque "tiene antojo de dulce", grita.
Insiste en dar voces y contar al resto de la cola el nombre de su futuro sobrino, que a ver si llegan a tiempo, que cómo van a llegar a casa sin palmeras, que hombre qué menos. Tú empiezas a ponerte nerviosa, empiezas a perder ligeramente la paciencia, no sabes si eso sucede con el resto de clientes que hacen cola. Son las 13:50 y la dueña de la pastelería sale a la puerta y dice: "Ya no hay más palmeras de chocolate, de las pequeñas, sólo las que hay en el mostrador". Cierran a las dos y hasta el lunes no volverán a abrir. Tienes a cuatro o cinco personas delante de ti, no sabes qué van a pedir, y te planteas otras alternativas por si te quedas sin ellas. El muchacho sigue dando la brasa lo más grande y tú ya solo tienes ganas de decirle que se calle, de repente te dan ganas de comerte todas las palmeras de chocolate de España o de darle un bofetón. Te toca pedir y ves que quedan dos palmeras de chocolate. ¿Qué haces? ¿Te las llevas o no?
Bautizar o no, esa es la cuestión
Tú y tu pareja sois ateos, no creéis en Dios. Tenéis un hijo. Y tu pareja te pide bautizarlo porque para sus padres es importante. Para ellos sería una decepción tremenda si su nieto no estuviera bautizado. El disgusto de su vida. ¿Le bautizarías?