El acuerdo sobre Mercosur parte en dos la UE: la negativa de Francia e Italia complica los planes de Von der Leyen
Algunos países dicen abrirse a negociar, si conceden ayudas o medidas que "compensen el daño" a los agricultores europeos
El acuerdo sobre Mercosur parte en dos la UE: la negativa de Francia e Italia complica los planes de Von der Leyen
Madrid
Aunque se ha anunciado el acuerdo entre la Unión Europea y Mercosur, todavía queda mucho camino por delante. La UE se enfrenta al reto de convencer a la mayoría de sus miembros para que ratifiquen en el Parlamento y el Congreso Europeo, el mayor acuerdo comercial del mundo, que reduciría los aranceles para un mercado de más de 700 millones de personas a ambas orillas del océano Atlántico.
Brasil, Argentina, Paraguay, Uruguay y pronto Bolivia, forman parte del grupo de países que eliminarían los aranceles recibidos de Europa, pero también a los que enviasen y entrasen en nuestro continente.
Esto ha provocado diversas opiniones en la Unión, España y Alemania acogen el acuerdo con satisfacción porque creen que solo traerá beneficios, mientras que países como Francia, han tachado el acuerdo de "inaceptable" y han dicho que defenderán sin descanso a los trabajadores europeos.
París intentará convencer a los países que dudan para ganar suficientes apoyos y activar un veto que impida la aprobación del acuerdo en el Parlamento.
Los países que están en duda son Polonia, Austria, Países Bajos, Bélgica, Irlanda o Luxemburgo
Estos están en contra del acuerdo, pero ya han dicho, que se abren al diálogo si se aprueban medidas o ayudas que compensen el daño a sectores estratégicos, es decir, ayudas a los agricultores europeos.
También Italia, quien asegura que no firmarán el texto actual a no ser que incluyan mayores garantías para proteger a los agricultores.
Por su parte, la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von der Leyen, dijo este viernes que este acuerdo es un éxito para Europa, que les ahorrará 4.000 millones de euros en aranceles a empresas Europeas.
Los agricultores argumentan que este acuerdo les obliga a competir en desigualdad de condiciones.