La crisis política en Francia y Alemania genera desconfianza en los inversores y puede provocar un efecto dominó en la UE
La crisis económica llega tras la destitución del primer ministro francés y la ruptura de la coalición en el gobierno alemán
La crisis política en Francia y Alemania genera desconfianza en los inversores y puede provocar un efecto dominó en la UE
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Madrid
En apenas un mes las dos mayores potencias económicas de la Unión Europea se han visto en el caos más absoluto, primero Alemania en noviembre cuando el canciller Scholz, un hombre más de una vez criticado por ser “demasiado institucional”, esta vez, decidió romper su gobierno de coalición.
Y después Francia, hace tres días con la moción de censura a un débil Michel Bernier, tan solo tres meses después de que Macron lo nombrara primer ministro. Dos colapsos que traerán consecuencias económicas.
Los mercados, nos explica David Cano, director general de AFI Inversiones, "están aplicando una exigencia de rentabilidad adicional a los bonos franceses, la famosa prima por riesgo se está incrementando, y eso si que es un termómetro de una pérdida de confianza y credibilidad en los inversores internacionales que está teniendo Francia." Dice Cano, si la economía mundial crece a tasas del 3% y tu país crece a tasas del 1%, "evidentemente te quedas atrás."
Francia puede desencadenar un efecto dominó en el resto de la Unión
Porque la situación en el país, coincide con la de Alemania; por lo que el efecto arrastre y contagio sobre otras economías importantes como Italia o España, es claro. "Hay que ir olvidándose de una cierta re-aceleración económica el próximo año," dice Cano.
A nivel político nos explica Jaime Coulbois, investigador de ciencias políticas en la Universidad Autónoma de Madrid, que en Francia la solución pasaría por una mayoría estable negociada. Macron tiene que garantizarse el apoyo o bien del Nuevo Frente Popular, o bien el Reagrupamiento Nacional. "Lo cierto es que Reagrupamiento Nacional ya le ha fallado una vez, y por otro lado, Macron tiene una fobia absoluta a pactar con la Francia insumisa, un actor central de la izquierda," dice Coulbois, "está en una situación endemoniada porque ninguna de las opciones le beneficia".
Explica Coulbois que estos dos colapsos políticos en Europa, combinados con la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, ayudan a que los partidos de ultraderecha y los discursos populistas calen cada vez más entre la población.
Las encuestas dan al grupo conservador CDU/CSU como favorito de cara a los comicios de febrero. La ultraderecha podría situarse como segundo partido más votado, consiguiendo un notable impulso. Sin embargo, en ningún caso formará parte de un futuro gobierno gracias al cordón sanitario al que están comprometidos todos los partidos democráticos alemanes.