Vidrieras, esculturas, lámparas o el órgano, todo restaurado uno a uno: así ha sido la reconstrucción de Notre Dame

Madrid

El pasado 15 de abril de 2019 el tiempo se paraba en París. Una imagen recorría el mundo. Uno de los símbolos de Francia ardía por un descuido en los trabajos de restauración que se estaban realizando y millones de caras incrédulas miraban, desde las calles de la capital francesa o a través de una pantalla, como se derrumbaba la icónica aguja. Este sábado, cinco años y medio después, la catedral de París vuelve a abrir sus puertas, con una gran ceremonia en la que el presidente Macron recibirá a más de 40 jefes de estado y dejará a un lado, al menos por unas horas, la crisis institucional en la que se encuentra Francia para volver a ver las vidrieras, las esculturas, las lámparas o el órgano que han sido cuidadosamente restaurados por 250 empresas y talleres de todo el país. En muchos casos, elemento a elemento.

El proceso de recuperación de Notre Dame ha sido muy complicado porque comienza con un problema añadido, cuando ocurrió el incendio, el edificio estaba rehabilitándose. "No se parte de un incendio en un edificio normal. Tenía muchísimos andamios y cuando ocurre, esos andamios en parte se funden", explica Carlos Venegas, profesor de restauración en la Universidad del País Vasco. Había que retirarlos, pero primero se tenía que fijar la estructura de Notre Dame para que no se derrumbase. "Lo que hicieron fue poner unas cimbras de apuntalamiento para los arcos, que estaban en un estado sumamente debilitado, y también consolidaron los frontones de las fachadas porque temían que se pudieran llegar a derrumbar", comenta Venegas. Todavía no había comenzado la reconstrucción y el coste ya ascendía a unos 160 millones de euros.

El siguiente paso fue decidir qué se iba a hacer y cómo se iba a hacer. "Hubo muchas polémicas y bastantes discusiones", recuerda, porque había proyectos que, por ejemplo, proponía que toda la cubierta de la nave fuese acristalada, "un poco Disneyland", detalla. "Al final, se adoptó un criterio muy francés, lo que ellos llaman la restauración al idéntico". Es decir, recuperar el Notre Dame que todos conocían antes del incendio, el que fue remodelado en el siglo 19. Idéntico en estética, pero también en materiales. La entrecubierta, hecha orignalmente de madera y conocida como 'El bosque' porque estaba fabricada "con unos 1.300 robles", se vuelve a construir de madera. Lo mismo ocurre con las cubiertas, que eran y vuelven a ser "de plomo", un material que en construcción "está muy cuestionado", explica el profesor.

Tras esto y gracias a una dirección muy contundente, algo fundamental, comenta Venegas, - y eso que la persona que dirigía todo murió durante la restauración en un accidente de montaña - comenzó, la recuperación de Notre Dame. Unas 250 empresas y talleres de toda Francia, "lo mejor de lo mejor", se centraron en cada una de las partes. Algunas, se consiguieron sacar antes de que las llamas engullesen parte de la catedral, pero las que quedaron dentro tuvieron suerte: "Antes del incendio, muchos elementos se habían digitalizado en 3D". Un proceso muy minucioso en el que cada empresa se ha dedicado a una estructura diferente. La piedra se ha limpiado con láser para tener la mayor precisión. Otra se ha encargado de recuperar todas las lámparas. E incluso se han desmontado los 8.000 tubos del órgano al que no llegaron las llamas, "pero sí el humo y el hollín".

"Quedó absolutamente destruida"

Todas las estructuras y elementos desmontables se han sacado y se han llevado a talleres de restauración especializados, hasta las vidrieras. Pero en algunos casos no se ha podido restaurar, se ha tenido que rehacer, explica Venegas. Es lo que ha ocurrido con la emblemática aguja: "Quedó absolutamente destruida. Se ha rehecho con la misma estructura de madera, con los mismos sistemas de ensamblaje entre las maderas, se ha revestido de plomo, y como detalle se ha introducido un cilindro en el que se han puesto los nombres de las personas que han intervenido en la en la restauración, un poco como reconocimiento para el futuro".

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Un futuro que ya es presente pese a que importantes expertos cuestionaron a Macron cuando dijo que Notre Dame volvería a estar abierta en cinco años. Todo un éxito, explica el profesor, que demuestra que la reconstrucción de la catedral de París se tomó como un asunto de unidad nacional. "Ha habido empresas potentes, familiares de Francia, que han puesto cientos de millones de euros, y también mucha aportación de dinero desde Estados Unidos", comenta. De momento las obras han tenido un coste de 700 millones de euros, pero se han recaudado 840. Cinco años después, Notre Dame vuelve a serlo y vuelve a abrir. Restaurada como en 2019, pero con unos micro sistemas antiincendios para intentar evitar una tragedia como la vivida aquel 15 de abril.