Villancicos hippies
"Cuando cumplí diez años, me salió todo tan redondo que hasta se murió Franco. Esto raya el virtuosismo"
Digamos que el primer número redondo es el diez. También está el cero; pero, como nadie le da valor, no celebra aniversarios, y otorga su redondez a los números que se le unen. Cuando cumplí diez años, me salió todo tan redondo que hasta se murió Franco. Esto raya el virtuosismo. Su dictadura había durado treinta y seis años; pero no está exenta de los tres años de guerra, y para redondear contamos cuarenta años de franquismo. Por otro lado, los números redondos son muy impacientes, y suelen llegar antes de que les toque. Ocurre con muchísimos aniversarios, que se celebran antes de tiempo. Pero los diez años no los cumplí el mismo día en que Arias Navarro, con su pequeño bigote y sus grandes orejas, y aquellas lágrimas tan melodramáticas, salió por la tele leyendo unos folios que hacían ruido (entonces, estaba de moda el papel Guarro, me refiero solo a la marca). Los cumplí meses antes, pero sí que fue en el mismo año del deceso del caudillo. Que mi admirado Darío Adanti me perdone, pues acabo de acordarme del chiste en que un pobre hombre llama todo el rato Don Claudio a Franco porque no se atreve a decirle Claudillo, como si fuera de la familia. Precisamente, el año que viene se cumplirán cincuenta años de todo esto. Otro número redondo. De los que nadie se acuerda es de los números cuadrados. Se los ha invisibilizado, como se dice en ciencias sociales. Por ejemplo, el cuatro es un número muy cuadrado. Y el cuarenta y cuatro, no digamos. Mañana, domingo, 8 de diciembre, hará cuarenta y cuatro años que mataron a John Lennon. Desde entonces, me emociona más el día de su muerte que la Navidad. También sucedió todo en un portal, pero en vez del portal de Belén era el portal del edificio Dakota. Otra ciudad. Otra religión. Música de villancicos hippies.